El exministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, no valora darse de baja como militante del Partido Popular tras su imputación en la Operación Kitchen. Según ha avanzado El Confidencial, Fernández Díaz considera que es momento de defender su honorabilidad y darse de baja voluntariamente podría ser un gesto de admisión de culpa. El gesto no ha gustado en Génova, puesto que el exministro del Gobierno de Mariano Rajoy pone en un brete a Pablo Casado.

El mismo día en que trascendió la imputación de Fernández Díaz por supuesto espionaje al extesorero de la formación, Luis Bárcenas, el PP le abrió un expediente informativo que pasaría a ser disciplinario si hay apertura del juicio oral. Los Estatutos del PP permiten también suspender de militancia en casos de "delitos flagrantes de corrupción", pero el PP por ahora no se ha pronunciado sobre esta posibilidad.

Si Fernández Díaz se diera de baja voluntaria pondría las cosas mucho más fáciles a Pablo Casado, pues se desvincularía de las siglas sin necesidad de tomar cartas en el asunto. Y es que, si el PP expulsa al exministro ante la apertura de juicio oral, sienta un precedente que podría afectar a otros posibles futuros imputados, como María Dolores de Cospedal o, quizá, Mariano Rajoy.

Por este motivo, El Confidencial asegura que la cúpula del partido está presionando a Fernández Díaz para que de el paso, como ya ocurrió en el pasado con Rita Barberá.

El exministro de Interior ha sido citado a declarar el próximo 30 de octubre en calidad de investigado y le interrogará en el marco de la pieza que investiga el operativo que se habría sufragado con fondos reservados y cuyo objetivo era sustraer información sensible de Bárcenas con el objetivo de ocultársela a la justicia.