El pasado 8 de septiembre, tal y como publicamos en este medio, cientos de personas se manifestaron en Santiago de Compostela por la ‘ dignidad’ de los medios públicos gallegos. Las plantillas de la CRTVG y CRTVE reivindicaron de manera conjunta, el cese del uso partidista y la manipulación informativa que el propio personal viene denunciando desde hace meses. En concreto en la corporación de la radiotelevisión de Galicia ( CRTVG ), ayer se cumplió el décimo octavo viernes negro para rebelarse contra la información adulterada. Un día después de la exitosa marcha, el presidente de la Xunta de Galicia, fue entrevistado en la Cadena Ser sobre temas generales de la comunidad, al tiempo que se le preguntó sobre la protesta del día anterior. Sin titubeos, Feijóo aseveró con rotundidad: “ yo no veo los informativos de la TVG “.

Feijóo pasa de no leer a no ver

La respuesta, quizás podría resultar sorprendente en otro dirigente político regional, pero a estas alturas no llama la atención en Feijóo. Si acudimos a la hemeroteca más reciente, casi todos recordaremos aquella magnífica entrevista con Jordi Évole, en la que preguntado sobre si conocía a lo que se dedicaba la persona con que compartía viajes y tiempo de asueto, el narcotraficante Marcial Dorado, el presidente del gobierno gallego dijo no haber leído las múltiples portadas de periódicos de la época que ya relataban las actividades de Dorado.

Si a cualquiera, en un momento determinado, podría suponer un aprieto no leer determinadas noticias o no saber lo que está pasando en el medio público que pagamos con nuestros impuestos, en Galicia hay un presidente que ni pestañea. Es más, cabe pensar que todavía le queda por decir que no lo ha escuchado.

El PP aprobó una ley, pero solo la aplica de forma parcial

Pero la postura que mantuvo Feijóo en esta entrevista no es lo único relevante. Hace 7 años, el mismo gobierno del Partido Popular presidido por Feijóo aprobó la Ley de los Medios Públicos de Galicia. Pero lo paradigmático es que esta norma solo se aplica parcialmente. El texto establece, entre otras cosas, que el Director General de la Corporación, debe ser nombrado por la mayoría de los dos tercios del Parlamento gallego, pero el presidente de la Xunta ha decidido que el punto 3 del artículo 23 no se aplique. Al igual que tampoco se ha llevado a la práctica el  punto 2 del artículo 36, que establece la creación de un consejo de informativos para velar por la independencia, veracidad y objetividad de los contenidos informativos. Pero esto no es todo. El artículo 34 dice que hay que fomentar la producción propia, pero al contrario de lo que dice el texto, en la TVG se reduce cada vez más.

 

Además del incumplimiento de partes esenciales de la regulación, los problemas aumentan con la asfixiante situación económica en la que se encuentra el medio. Si bien en el año 2008, tenía un presupuesto de 142 millones de euros, en la actualidad se ha rebajado a 107. Es decir, en 10 años se han recortado 35 millones de euros, tal como ha aseverado el presidente del Comité Interempresas, Raimundo Méndez. Una de las principales consecuencias de este reajuste ha sido la reducción del cuadro de personal, que en estos momentos es el más pequeño de las televisiones autonómicas históricas. Se ha pasado de los 1200 trabajadores a los 950 actuales. Claro que la pérdida de trabajadores, es posible que Feijóo no la vea.