El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, dará continuidad este jueves a su gira europea con una parada en Roma, donde se citará con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. El líder de la oposición pierde así el miedo a la foto con la también dirigente de la formación ultraderechista Fratelli d’Italia, que se enmarca en una estrategia para internacionalizar la crisis migratoria, según ha avanzado LaSexta. La ruta arrancó esta misma semana, cuando se desplazó hasta Atenas para un careo agendado con el conservador griego, Kyriákos Mitsotákis.

La crisis migratoria copara el grueso de la conversación del líder de la oposición español con la primera ministra. Una cuestión crucial, especialmente para aquellos países colindantes al Mediterráneo y la respuesta ha de ser, según el propio Feijóo, uniforme. Es decir, Europa tiene que plantear batalla en esta cuestión de manera unitaria. Una visión compartida por el conservador griego y la primera ministra italiana.

No es casual el encuentro. Durante la campaña de las elecciones europeas del pasado 9 de junio, Feijóo ya dio un giro discursivo en cuestión migratoria. El líder del PP endureció sus palabras y se aproximó a tientas a Meloni de palabra y pensamiento, pero no de obra. Ahora, el presidente del PP ha perdido el miedo a inmortalizarse junto a la primera ministra transalpina, máxime tras virar hacia esa respuesta comunitaria que demanda el propio Feijóo.

Los comicios comunitarios fueron un punto y aparte que ahora ha retomado. Tras varias semanas de alabanzas a la política migratoria de Meloni, se consumará la aproximación este mismo jueves en Roma. Admiración que también mostró hacia Mitsotákis, de cuyo modelo y agenda reformista “ha de tomar nota” España pese a las constantes denuncias de las ONG sobre “devoluciones en caliente” o abandonos en medio del mar.

En cualquier caso, la cita en Roma se producirá justo después de que el grupo de Meloni haya aumentado su peso en la Unión Europea con el nombramiento de uno de sus hombres fuertes como vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Raffaele Fitto. Además, tendrá lugar una semana después de que el primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, se reuniera también con su homóloga italiana y elogiara su agenda en cuestiones migratorias. Su posición se enmarca tras reafirmar el plan de su predecesor, el conservador Rishi Sunak, morirá en un cajón de Downing Street. No obstante, no descartó que su plan se inspire en el modelo de Meloni, cuyo epicentro descansa sobre el refuerzo de la seguridad y la cooperación internacional.

Mensaje vacilante

El giro del PP es palpable, pero no es nuevo. En junio, con las europeas en el horizonte, no desdeñaba un pacto con Meloni en Bruselas al entender que no era “homologable” al discurso radicalizado del húngaro Viktor Orbán. De hecho, ya en esas declaraciones ensalzó las políticas migratorias de relieve por primera vez, coincidiendo con un frenazo en las proyecciones demoscópicas que manejaban en Génova.

Sin embargo, el mensaje de Feijóo cambió de nuevo durante el verano a tenor de las elecciones en Francia. El gallego llamaba a la moderación, calificando al país vecino como uno de los “principales motores democráticos” de la Unión Europea, cuyo proyecto se ha construido siempre desde el sosiego. “El centro político debe unirse para evitar que los extremistas dirijan su futuro”, señaló en sus redes el líder del Partido Popular, aludiendo al presumible ascenso de Marine Le Pen y de la Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon.

Con todo, el enésimo giro discursivo de Feijóo se ve en sus socios de la ultraderecha española como una buena noticia, según avanza LaSexta. En Vox creen que la nueva estrategia “legitima” tanto a la formación como a su discurso radical ante la inmigración irregular, aunque desde la fuerza que comanda Santiago Abascal recuerdan que el propio líder de la oposición “demonizó” a la primera ministra transalpina antes de que “tuviese el peso que tiene en la actualidad”.