“El problema no es Vox. El problema es este PP, el de Alberto Núñez Feijóo”. Con esta contundencia se ha pronunciado José Luis Rodríguez Zapatero desde el plató de Al Rojo Vivo. Este viernes, el expresidente del Gobierno ha visitado el estudio de LaSexta, desde donde ha afeado al Partido Popular y en concreto a su líder, abonarse a las teorías conspiranoicas de “Donald Trump y de la extrema derecha”, que ponen en cuestión “nuestro sistema electoral”. El ex jefe del Ejecutivo rechaza la carta de presentación del máximo mandatario del principal partido de la oposición, pues las afirmaciones que han hecho durante esta campaña con el voto por correo, así como la utilización de las víctimas del terrorismo contra el Partido Socialista, le “excluye de la moderación” que predica. Dos líneas rojas que, a juicio de Zapatero, impiden que el PSOE facilite con una abstención la investidura de Feijóo.

El expresidente del Gobierno sigue muy activo durante esta campaña electoral, forzado, tal y como ha reiterado en numerosas ocasiones, por el uso que la derecha y la ultraderecha han hecho del terrorismo y de las víctimas de ETA. Precisamente este es uno de los motivos por el cual se antoja inasumible para el PSOE allanar el camino de Alberto Núñez Feijóo a la Moncloa. Para Zapatero el “problema” no es que el Partido Popular utilice la muleta de Vox para alcanzar el poder, sino que “el problema es este PP”. Según el exdirigente socialista, los conservadores han traspasado dos líneas rojas, rompiendo consensos ya asumidos en materia de pactos antiterroristas, aludiendo al manido que te vote Txapote.

Zapatero ha recordado que el consenso generalizado en los tiempos oscuros de ETA viraba sobre la participación en la “vida política e institucional”. De hecho, ha apostillado que es así como “tiene que funcionar la democracia”. El expresidente del Gobierno ha deslizado que la Historia de España, especialmente desde el siglo XIX, está trufada de episodios reiterados de violencia política “ininterrumpida” hasta hace doce años, momento en el que la banda terrorista depone sus armas. “Si no valoramos el fin de la violencia, tendremos muchos problemas como país para fomentar buenos valores cívicos y democráticos”, ha precisado el que fuera secretario general del Partido Socialista.

Zapatero: "El problema no es Vox. El problema es este PP, el de Alberto Núñez Feijóo"

Redundando en la idea de la participación en la vida política, Zapatero ha puesto sobre la mesa declaraciones de miembros del Partido Popular, como Borja Sémper y Javier Maroto, que en otros tiempos compartían esta visión. “Hay que mantener los principios y un mínimo de coherencia”, ha espetado el expresidente, recordando también la “generosidad” que exhibió en su momento su predecesor en la Moncloa, José María Aznar. “Lo dijimos todos”, ha enfatizado posteriormente, antes de advertir que no toleraría “ni la banalización de la violencia” ni la utilización de esta como arma arrojadiza contra el PSOE.

No obstante, lejos quedan aquellas lecciones de magnanimidad verbalizadas por líderes del Partido Popular, coincidiendo además con etapas de presidentes conservadores en el palacio presidencial. Ahora, más de una década después del fin de la violencia, los conservadores blanden las mismas espadas para arremeter contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Prueba de ello, estas dos campañas electorales, donde la derecha y la ultraderecha ha alimentado la banalización del terrorismo de ETA no solo con el eslogan de Txapote, sino aireando la imagen de una Administración cómplice con una banda terrorista que no existe. “Han roto todos los consensos básicos de la convivencia y han arrojado las víctimas de ETA contra el PSOE”, ha afeado el expresidente.

La discrepancia es sana, pero no en “cuestiones troncales”. Las “consignas de vanguardia” no deberían, a ojos de Zapatero, magnetizar el debate público en los “temas centrales” y en los consensos ya asumidos. “No en la lucha contra el terrorismo. En impuestos, autovías o todo lo que quieran, pero no en asuntos como este o la violencia de género”, ha desgranado. Esta posición de “este” Partido Popular es la que imposibilita una suerte de pacto de Estado entre las dos principales fuerzas del arco parlamentario para orillar a la “extrema derecha”, entendiendo que ha sido el propio Feijóo el que ha abrazado las tesis conspiranoicas y populistas de la ultraderecha.

Zapatero: "¿Abstención? Han roto todos los consensos básicos de la convivencia y han arrojado las víctimas de ETA contra el PSOE

Un sistema “limpio”

Si bien la “banalización” de la violencia de ETA constituye una de las patas argumentales para justificar el portazo a una abstención de Feijóo, el expresidente del Gobierno ha añadido una más e incluso de mayor grado de actualidad. Siguiendo el libro de estilo de la pasada campaña, el Partido Popular ha agitado de nuevo el fantasma del fraude electoral en el voto por correo; pero no cualquier miembro del aparato conservador, sino que ha sido el candidato popular a la Presidencia el primero en blandir el “trumpismo” con soflamas que ponen en tela de juicio la “limpieza” del sistema democrático español.

Por eso, Zapatero saca a Vox de la ecuación y renueva la estrategia socialista al referirse al Partido Popular como el “principal problema”. “No me preocupan los pactos, el problema es el señor Feijóo”, ha destacado tras aludir expresamente a las “mentiras” del candidato conservador en el cara a cara de Atresmedia. La postura “destructiva” y de trincheras del principal partido de la derecha durante esta legislatura tampoco facilita el entendimiento entre las partes, a juicio del expresidente, quien describe un país en el que no existe una “alternativa” con sentido de Estado.

“Han echado una sombra de duda sobre nuestro sistema electoral y hablan de partido moderado. No, ese es el PSOE, que nunca ha dudado. Les excluye de la moderación”, ha percutido un Zapatero que también afea a Feijóo que le reclame un “esfuerzo extra” a los carteros en lugar de “agradecérselo”. Asimismo, en la misma línea que exhibió el jefe del Ejecutivo en la Cadena SER este pasado jueves, ha garantizado que los comicios del próximo 23 de julio, como todos los demás, serán limpios. “Este es un país limpio”, ha rematado.

Violencia de género

Vox ha arrastrado al Partido Popular a unas posiciones de negacionismo de la violencia de género. Esa es la postura que maneja el Partido Socialista y que han verbalizado el grueso de los miembros de la Ejecutiva Federal y del gabinete del ala del PSOE del Gobierno. Zapatero comparte estos posicionamientos y sobre ellos ha reflexionado ante Antonio García Ferreras. “La violencia de género siempre ha pasado, pero no se contaba”, comenzaba el ex jefe del Ejecutivo, quien instaba a Núñez Feijóo y a la cúpula conservadora a repensar estos nuevos postulados.

De hecho, Zapatero ha hecho hincapié en la “cifra”. “En el último año 180.000 denuncias por violencia de género y la violencia de género es la violencia de género. Es lo que hacen los hombres machistas que matan a las mujeres porque las quieren dominar", ha rematado, antes de incidir en que cada día medio millar de mujeres presentan denuncias por violencia de género; aprovechando la coyuntura para rememorar las justificaciones del jefe de la oposición sobre la condena del cabeza de lista de Vox al Congreso por Valencia. “No fue un divorcio duro. Machismo es lo que hay”, ha puntualizado.