El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha duplicado sus apariciones públicas en la precampaña electoral. El socialismo sabe que es uno de sus grandes activos y el otrora líder del Ejecutivo se está esforzando por unir el voto de la izquierda, advertir de que Pedro Sánchez puede dar la vuelta a la situación en las elecciones generales del 23 de julio -las encuestas, salvo el CIS, son muy dañinas para los intereses progresistas- y condenar los constantes vituperios de PP y Vox en una carrera electoral vital para las aspiraciones del socialismo después de un mal resultado el 28M.

El expresidente animó a los cuadros del PSOE a hacer campaña activamente, ser leales con la actual dirección del partido y no rendirse de cara a las generales del 23J. Un dardo que, a nadie se le escapó, iba dedicado a ciertos barones del partido a los que Zapatero animó a hacer gala de la lealtad que s exige en un proceso de estas características.

“Como todos hemos estado activamente apoyándonos. Formar parte de un proyecto colectivo supone ser leal. ¿Y la lealtad qué es? Que tú apoyas a los compañeros y los compañeros te apoyan a ti", defendía Zapatero en una entrevista en TVE, en La noche en 24 horas, en la que no dudó en sacar pecho de los logros sociales y económicos obtenidos por el Ejecutivo de coalición. . "Quiero ver a todos los dirigentes del Partido Socialista haciendo esta campaña", reiteraba.

Los números no son tan malos

Otra de las derivadas por las que Zapatero cree que se puede revertir el resultado son los datos pormenorizados de las autonómicas y municipales de mayo. El expresidente resaltaba durante su entrevista que el PP solo superó al PSOE por “tres puntos”, una distancia prudencial que puede ser “remontada” si el socialismo consigue rentabilizar y capitalizar sus medidas durante esta legislatura en favor propio y desmontar los constantes ataques de la derecha.

“Hay que desmontar la burbuja antisanchista”, defendía Zapatero, que veía en este ataque coordinado por PP y Vox una “insidia” armada con “mentiras” y ataques ad hominem como no se recuerda nunca a un líder político en la historia de España.

Estas críticas, duras y fuera de la normalidad institucional, según Zapatero, los han hecho porque el Gobierno de Sánchez "tiene un gran balance de gestión" y el país "está en un rumbo muy positivo, económicamente, socialmente, de modernidad, de mejora de la productividad, de creación de empleo". "Es así y por eso Feijóo no quiere debatir", afeaba.

Además, el expresidente dedicaba unos minutos a ensalzar la figura del actual presidente del Gobierno y candidato socialista, de quien dijo que "está fuerte" porque tiene la conciencia tranquila y ha demostrado en estos cuatro años que su gestión ha sido positiva y bien valorada tanto a nivel nacional como internacional: "Tiene todos los motivos para tenerla porque ha gobernado pensando en el interés general".

Sobre si Sánchez ha incumplido su palabra o no, algo que le suele afear tanto la derecha política como mediática -es el pilar argumental sobre el que cimentó su entrevista del lunes Carlos Alsina-, el expresidente aseguró que cambiar de opinión en ciertos aspectos es algo que entra dentro de la normalidad de cualquier mandatario, como así hicieron, enumeró Zapatero, Felipe González con la OTAN, Aznar pactando con Jordi Pujol o Rajoy, que "dijo que iba a bajar todos los impuestos y los subió".

"Yo tuve que tomar una decisión y cambiar un compromiso que es no hacer recortes. Con la crisis financiera tuve que ir al Parlamento un mes de mayo a hacer recortes porque gobernar es eso", reivindicaba, a la par que alababa los indultos a los presos independentistas catalanes por ser favorecedores para una correcta cohesión territorial y desinflamar el conflicto catalán: "Cuando más se cambia de criterio y el resultado es positivo, merece la pena", sentenciaba.