La vivienda es el elefante en la habitación de esta legislatura. Dicho en otras palabras, preocupación máxima de los ciudadanos – según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) – y un pozo de desencuentros no sólo en el seno del Gobierno y los partidos del bloque de la investidura, sino en el fuero interno de Sumar. Lejos de apagarse, el fuego se ha intensificado en esta última semana, con motivo de la presentación de la línea 047 por parte del Ministerio de Vivienda. Una iniciativa que en el Grupo Plurinacional han recibido entre reproches y comentarios jocosos para desnaturalizarlo. El cabreo entre sus señorías magentas ha sido tal que ha soliviantado al PSOE, previa mediación de Yolanda Díaz y el resto de miembros magentas en el Gabinete de Pedro Sánchez para evitar que la sangre llegara al río.

El pasado martes, el socio minoritario del Ejecutivo no contuvo su malestar. Verónica Barbero, portavoz parlamentaria de Sumar, lanzó una dura crítica contra la ministra de Vivienda, acusándola de falta de “valentía política” y advirtiendo que, si no era capaz de afrontar el reto con determinación, “quizá debería dejar paso a otra persona”. Aunque más tarde matizó que no pedía su dimisión, el mensaje ya había hecho mella en el ala socialista. Desde el PSOE respondieron defendiendo con firmeza la gestión de Rodríguez y calificaron las palabras de Sumar como un “error” innecesario. La propia ministra interpretó los ataques como “una forma de llamar la atención”.

Díaz trata de enfriar el fuego

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, intentó zanjar el episodio asegurando que lo importante “no son las personas, sino las políticas”, e insistió en que ambas formaciones están llamadas a negociar un nuevo paquete de medidas en materia de vivienda, incluso en forma de decreto, aprovechando la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado para 2026.

Fuentes del espacio confederal confirman que existen conversaciones discretas para congelar los alquileres, prohibir la compra especulativa y elevar los impuestos a los grandes tenedores, es decir, a quienes poseen cuatro o más viviendas. “El Gobierno no debe tener miedo a intervenir el mercado”, insisten desde Sumar, que presiona para que Moncloa abandone los incentivos y abrace políticas más intervencionistas.

Mientras tanto, Pedro Sánchez ha movido ficha a escala europea, proponiendo la creación de un fondo común de la UE para financiar la construcción de vivienda protegida y contener los precios en zonas tensionadas y turísticas. Una maniobra con la que el presidente intenta proyectar liderazgo en un tema que se ha convertido en el mayor quebradero de cabeza del Ejecutivo.

Aviso de Compromís

El diputado de Compromís, Alberto Ibáñez, portavoz de Sumar en la Comisión de Vivienda del Congreso, ha elevado aún más el tono. Denuncia que el Ministerio de Rodríguez apenas ha ejecutado un 32% del presupuesto de 2024, una cifra que considera “vergonzosa” y “alarmante” en plena emergencia habitacional.

Según sus datos, solo se ha utilizado el 14,5% de los fondos europeos Next Generation destinados a vivienda, lo que convierte a este ministerio en el de menor ejecución de todo el Gobierno. Ibáñez considera que esta gestión “choca frontalmente con el discurso de Sánchez en Bruselas” y reclama cambios para evitar que el mercado siga en manos de “oligopolios inmobiliarios”.

“El señor Sánchez debe decidir cómo hacer que ese ministerio funcione. Si no, todos sabemos cuál será la respuesta”, advirtió el diputado, en una alusión directa a la continuidad de Isabel Rodríguez.

Un desencuentro crónico

El choque por la vivienda no es nuevo. Durante toda la legislatura, Sumar y el PSOE han protagonizado choques constantes por el rumbo de la política habitacional. La propia Barbero ya había acusado a Rodríguez de “falta de innovación y coraje” hace apenas un mes.

La formación de Yolanda Díaz exige desbloquear la ley que limita el alojamiento turístico, rechaza el aval hipotecario impulsado por el PSOE y critica ayudas como los 30.000 euros para jóvenes con opción a compra, calificándolas de “regalos a los rentistas”. También tumbó junto al resto de la izquierda la reforma de la Ley del Suelo que impulsaban los socialistas, lo que obligó al Gobierno a retirarla antes de la votación en el Congreso.

A las críticas de Sumar se suman las de ERC, Bildu y Podemos, que también acusan al Gobierno de inacción. El portavoz republicano Gabriel Rufián ha advertido a Sánchez de que la crisis de vivienda “puede llevarse por delante al Ejecutivo” si no se toman medidas contundentes.

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