Los antiguos socios Iñaki Urdangarin y Diego Torres se han visto hoy las caras en una misma sala judicial en Barcelona, por primera vez desde que estalló el caso Nóos, a raíz de una demanda por vulneración de derecho al honor que presentó el duque de Palma por la difusión de correos electrónicos íntimos. El juzgado de primera Instancia número 46 de Barcelona ha sido hoy testigo de este inédito encuentro, en el que ambas partes han dado a conocer sus argumentos sobre si se mantienen o revocan las medidas cautelares de la demanda presentada por Urdangarin contra diferentes empresas de comunicación, y también contra Diego Torres, por la divulgación de esos mensajes.

En una semana, la decisión
El duque solicitó, y la juez le concedió de forma urgente el pasado día 15 de abril, que los correos electrónicos relativos a su intimidad en poder de Torres no pudieran ser publicados por los medios de comunicación. Hoy se trataba de que la juez escuchara de nuevo en una vista a Urdangarin, a los abogados de los medios de comunicación y a Diego Torres, para decidir sobre el mantenimiento o la revocación de la prohibición de difundir los correos electrónicos de carácter íntimo del duque. La juez tiene una semana para decidir sobre esta cuestión, que, según fuentes judiciales, podría suponer la pretensión de la censura previa de los ocho grupos editoriales demandados.

Urdangarin y su exsocio volvieron a verse
Iñaki Urdangarin ha llegado a la Ciudad de la Justicia a las 8.49 horas, con más de una hora de antelación sobre el horario previsto para el inicio de la vista, y se ha dirigido directamente a la puerta de la sala de vistas 117, en la que se ha llevado a cabo la sesión a partir de las 10.00 horas. La vista, que se ha celebrado a puerta cerrada, ha durado poco más de una hora, y el duque de Palma ha sido el primero en salir de la sala, hacia las 11.15 horas, con un aspecto aparentemente tranquilo y vestido con camisa azul claro, americana color blanco roto y zapatillas deportivas oscuras.

Protestas de funcionarios judiciales
Un numeroso grupo de funcionarios judiciales que protestaban por los recortes ha acompañado a Urdangarin a su salida de la Ciudad de la Justicia, con gritos de "chorizo" y un estruendo de silbatos y trompetas. Casi una hora después ha abandonado el recinto judicial el abogado del duque, Mario Pascual Vives, quien ha dicho a los medios de comunicación que su defendido ha solicitado que se mantengan las medidas cautelares solicitadas, sin añadir nada más al considerar que se trata de un "caso privado". Poco después, han sido Diego Torres, acompañado por su abogado, Manuel González Peeters, los que han salido de la sala sin querer hacer ninguna declaración.

Aunque la protesta de los funcionarios no ha coincidido con la llegada de Iñaki Urdangarin, éste no ha podido evitar conocer de cerca el malestar de los trabajadores de la justicia catalana y también de otros particulares, que le han despedido en la puerta principal de la Ciudad de la Justicia con al menos diez banderas republicanas, gritos, silbidos e insultos.