Este miércoles en una entrevista en televisión, Mariano Rajoy se mostraba convencido de que la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, está “limpia” de cualquier sospecha por corrupción. No se sabe a ciencia cierta si el presidente en funciones lleva razón o está protagonizando un nuevo capítulo del “Luis se fuerte”. Lo cierto es que la actual senadora del PP no puede estar señalada por más escándalos relacionados en mayor o menor medida con la corrupción.

Gürtel
La mayor operación contra la corrupción en España, y que señaló en todas sus ramas al Partido Popular, tuvo uno de sus principales focos en la Comunidad Valenciana. En concreto, el Gobierno de Rita Barberá en Valencia fue señalado por adjudicaciones sin concurso público a empresas relacionadas con la Gürtel, incluso después de que el escándalo estallase. El Ayuntamiento valenciano contrató con la firma Trasgos el montaje de uno de los grandes eventos de la ciudad, la Japan Week en noviembre de 2012.

Pero las contrataciones entre el Ayuntamiento encabezado por Barberá con la red Gürtel ya se producía entre 2000 y 2003 desde la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), presidida entonces por la exalcaldesa. Según un informe de la Unidad de Auxilio Judicial, la FEMP contrató a dedo con empresa del cabecilla de Gürtel, Francisco Correa, por importe de 1,3 millones de euros. En esa época, el encargado de la contratación era el secretario general de la FEMP, Álvaro de la Cruz, uno de los imputados en el caso Gürtel y hombre de confianza de Barberá en la federación.

Pero han sido muchos más los momentos en los que Rita Barberá se ha visto señalada por los tentáculos de la trama Gürtel, como recogieron Los Genoveses en uno de sus dosieres.

Los bolsos
También fueron muy sonados los bolsos de Louis Vuitton que regalaba la trama a la exalcaldesa de Valencia. La denuncia hecha por Compromís fue archivada, al entender que los hechos “eran conocidos” por el juez instructor de los trajes de Francisco Camps, ya que en este proceso se escuchó una grabación telefónica donde el representante de la empresa de la trama Orange Market, Álvaro Pérez “El Bigotes”, afirmaba que llevaba cuatro años haciendo regalos a la alcaldesa.

RitaLeaks
Regalos y despilfarros no faltaban en el Gobierno municipal de Rita Barberá. Compromís publicó en marzo de 2015 446 facturas escaneadas y detalladas sobre los gastos de representación de la alcaldesa de Valencia desde el inicio de la legislatura hasta septiembre de 2014. Entre ellas se incluían gastos en hoteles y restaurantes de lujo. La por entonces alcaldesa, lejos de buscar explicar los gastos ‘de representación’, cargó duramente contra la oposición tachando a Compromís de “comunista”, “farsa política” y de haber “nacido para destruir”.

A parte, la UDEF investigó los 25.226 euros que el Ayuntamiento se Valencia se gastó entre 2011 y 2014 para comprar naranjas y regalarlas a los altos cargos del PP y conocidos de la que fuera la alcaldesa valencia, Rita Barberá.

Caso Nóos
Al final también se libró, pero Rita Barberá junto con Francisco Camps estuvieron a punto de sentarse en el banquillo de los acusados junto a la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin en el caso Nóos.

El juez José Castro, propuso al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) que investigase a los dos políticos del PP al considerar que existían indicios de delito, pero el alto tribunal no lo aceptó.

Caso Imelsa
Y llegamos a la última gran redada contra la corrupción en Valencia del pasado lunes. Entre las detenciones destacó la del expresidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, además de la exconcejala de Cultura con Barberá, María José Alcón, y la actual secretaria del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Valencia, Carmen García Fuster, que fue fichada directamente por la exalcaldesa.

También ha sido imputado el presidente del PP de Valencia y portavoz en el Ayuntamiento tras la salida de Barberá al Senado, Alfonso Novo.

Rita blindada
Desde esta última operación, todas las miradas se han dirigido hacia la exalcaldesa preguntándose si se la detendrá o no. Pero Barberá, “icono para el PP” según María Dolores de Cospedal, fue blindada por el partido nada más dejar la alcaldía al ser nombrada senadora y conseguir el aforamiento.

 

Esta prerrogativa de ‘su señoría’ hace imposible que sea detenida sin que el Tribunal Supremo pida un permiso al Senado, algo que, de momento, no parece vaya a producirse.

La justicia en duda
En la Comunidad Autónoma con más casos de corrupción no podía quedar libre de sospecha, por desgracia, la propia justicia. Desde la salida a la luz de las primeras ramas de la trama Gürtel.

En 2009 se denunció ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJV), Juan Luis de la Rúa, no se abstuvo en la decisión sobre el archivo de la causa sobre los trajes de Camps.

La denuncia tenía mucho fundamento ya que existía una estrecha relación entre el magistrado y el expresidente de la Comunidad valenciana, incluso confirmada por éste que había asegurado que Juan Luis de la Rúa “era más que amigo”.

Otro ejemplo muy sonado fue cuando en 2012 un exconseller de Francisco Camps, Fernando de la Rosa, se convirtió en presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en uno de los momentos que más casos de corrupción contra el PP estaban apareciendo.

En 2015, De la Rosa fue nombrado presidente de la Audiencia Provincial de Valencia, algo esperado pero que no dejó de levantar malestar en la Comunidad recordando su pasado como conceller de justicia con Camps entre 2007 y 2008.

Existen muchos más casos en los que Rita Barberá ha sido señalada, así como otros tantos en los que la independencia de la justicia valenciana ha sido puesta en duda. La pregunta ahora es si la senadora e “icono para el PP” seguirá librándose de dar explicaciones, más que a la justicia, a los ciudadanos, o si Mariano Rajoy volverá a acertar de pleno cada vez que defiende sin lugar a dudas la inocencia de un miembro de su partido.