La sesión de control al Gobierno celebrada en el Congreso de los Diputados ha estado marcada por el intercambio de reproches a causa de los fallos en las pulseras telemáticas que se colocan a aquellos con órdenes de alejamiento, principalmente por violencia de género; por los presuntos delitos de corrupción de los familiares de líderes de PSOE y Partido Popular (PP), que se han vuelto a minimizar a uno y otro lado; y por las negociaciones con los partidos catalanes, que vieron caer este martes la cesión de las competencias de migración.

Este miércoles, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha asistido a la Cámara Baja, dado que se encuentra en Nueva York, donde se está celebrando el 80º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, junto con el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y el rey Felipe VI. El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha estado presente, pero no ha intervenido al no tener enfrente a su principal contendiente, pero el enfrentamiento no ha sido menor al de anteriores semanas.

Pulseras telemáticas antimaltrato

La primera pregunta al Ejecutivo, dirigida a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha sido emitida por la portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, Ester Muñoz, que ha lamentado los fallos en las pulseras antimaltrato y ha acusado al Gobierno de ser el responsable de los errores, cuya magnitud aún no ha sido delimitad en su totalidad. “Ha habido mujeres que, creyéndose protegidas, han estado abandonadas. Y la ministra de Igualdad, Ana Redondo, lo sabía y lo tapó”, ha afeado.

El Partido Popular solo habla de mujeres cuando se trata de intentar generar una alarma infundada, igual que hicieron con la ley de solo sí es sí, absolutamente el mismo esquema”, ha reprochado Montero a su contendiente, negando la mayor y acusando a la oposición de buscar rédito político con un tema especialmente sensible. “Ustedes están pactando con un partido político (Vox) que niega la violencia machista, que banaliza la criminalidad contra las mujeres. Ustedes votan en contra de todas las medidas que permiten realmente hacer efectiva la igualdad”, ha zanjado el reproche.

La diputada del PP ha vuelto a la carga en su turno de réplica, exigiendo la dimisión o el cese de la ministra de Igualdad, que tanto Redondo como el Gobierno han asegurado que no se producirá. “Todo en la vida tiene consecuencias y las van a conocer cuando los españolas y españoles voten”, ha concluido. “Siguen ustedes intentando sacar rentabilidad política de cuestiones que nada tienen que ver con la igualdad”, ha insistido Montero, “y por tanto el PP sigue anclado en una negación de la violencia machista y sin votar ninguna ley que permita la autonomía de las mujeres”.

Familiares y corrupción

Las negociaciones con los partidos independentistas de Cataluña se han entremezclado con la actualidad judicial de los allegados de diferentes políticos durante la intervención del vicesecretario de Hacienda del PP, Juan Bravo, que también se ha dirigido a Montero. “No es normal que aquellos que quisieron dar un golpe de Estado puedan ser amnistiados, que por siete votos se entregue cupo separatista, condonación y la Agencia Tributaria a los independistas”, ha comenzado, antes de pasar a contraponer estas cuestiones con lo que parecía una referencia a Alberto González Amador, novio de Isabel Díaz Ayuso, recientemente sentado en el banquillo.

 “No es normal que obligue a una empresa de Jaén a atender en catalán, pero persiga a un autónomo que se ha equivocado en su declaración”, se ha referido al imputado por dos delitos fiscales, uno de falsedad documental, un delito continuado contable y un último de pertenencia a organización criminal. “Y no es normal que un señor viva en Moncloa y tribute en Portugal y usted no se entere, pero pida especial vigilancia para los que piden vender su sofá en Wallapop”, ha zanjando, refiriéndose a una información no confimada que se refiere David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno.

La vicepresidenta primera ha respondido deslegitimando las acusaciones de Bravo, al que ha acusado de difundir falsedades y estrangular los datos. Asimismo, ha afeado al inspector tributario de carrera que defienda a un defraudador confeso de cientos de miles de euros. “Usted es inspector de la Agencia Tributaria y no tiene nada que decir del novio de Ayuso, de alguien que se ha declarado delincuente y que, presuntamente, ha cometido otros delitos importantes. ¿No le ha contado a Feijóo la realidad que hay detrás de todas las mentiras que está diciendo Ayuso?”, ha zanjado Montero la defensa.

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