La sesión de control al Gobierno celebrada este miércoles en el Congreso de los Diputados solo puede definirse con una palabra: vergüenza. El espacio reservado a que los diputados de la oposición dirijan sus preguntas al Ejecutivo se ha tornado desde hace un par de semanas en los últimos impases de fiesta en un bar de mala muerte y los representantes del Partido Popular (PP) en los que se resisten a abandonar el local, entre gritos e insultos, pese a haberse superado la hora de cierre. Este miércoles no ha sido diferente.
Cuca Gamarra o Elías Bendodo han aportado su parte de bilis, pero el momento de mayor tensión ha llegado con la intervención del matón de turno. Miguel Tellado ha comenzado fuerte su turno, dirigiéndose a la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, en tono amenazante y sugiriéndole que “se dedique a cumplir el reglamento”, después de que la tercera autoridad del país, tan solo por detrás del rey y del presidente del Gobierno, tuviese que pausar la sesión en reiteradas ocasiones por los cánticos y golpes de los diputados conservadores.
Un comportamiento que se asemeja más a los de ultras borrachos que a los de cargos políticos, pero que no ha cesado pese a las reiteradas llamadas al orden de Armengol. A continuación, Tellado se ha dirigido a otra persona que no podía responderle, en este caso a Yolanda Díaz, a quien, derrochando valentía, ha llamado “ofendidita” y “cómplice y encubridora” de la corrupción. Superadas su dos primeras exaltaciones de chulería, el gallego se ha dirigido al ministro de Presidencia Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, para quien tenía registrada su pregunta.
“Usted está en apuros”, ha pronunciado Tellado, haciendo referencia a la petición traslada por el juez Juan Carlos Peinado al Tribunal Supremo para imputar a Bolaños, aforado como diputado, en una pieza separada del caso Begoña. Exposición supuestamente razonada en la que el juez, cabe destacar, da a la mujer del presidente del Gobierno por muerta y habla de su tanatorio. No obstante, esto no ha frenado al diputado del Partido Popular, que ha mantenido el argumentario de ataque que llevaba escrito.
“Todos en el sanchismo han tenido que hacer cosas que no debían, siguiendo las órdenes e instrucciones del número uno, de Pedro Sánchez, del puto amo. Usted también”, ha comenzado. “Usted tuvo que contratar a una asesora en Moncloa no para asistir a la actividad institucional de la esposa del presidente del Gobierno, sino para trabajar en favor de los intereses profesionales de Begoña Gómez”, ha acusado sin ninguna prueba, asegurando que “utilizaron medios públicos en favor de intereses privados”. Así, ha cargado a Bolaños de malversación y falso testimonio, comprando el marco delirante del juez Peinado.
“Hay cosas en las que no tengo ni la más misma responsabilidad y usted lo sabe”, ha respondido Bolaños a Tellado, después de reprocharle el “espectáculo tan poco edificante” protagonizado por los diputados del PP. Ahí se ha acabo el intercambio, sin tiempo para la contrarréplica y con Tellado satisfecho después de verter su retahíla de insultos. A continuación, la no menos beligerante Cayetana Álvarez de Toledo ha tomado la palabra.