“Ganaremos en Madrid el próximo 2027. A por ello, compañeros”. Así han sido las palabras que han puesto el punto y final al Congreso Regional del PSOE-M y que ha pronunciado el presidente del Gobierno. Sánchez clausuraba el cónclave que ha ratificado a Óscar López como nuevo líder de los socialistas madrileños y lo ha hecho con un mensaje claro. Un reto directo a la Puerta del Sol, a la “multinacional ultraderechista” que dirige el Madrid de Isabel Díaz Ayuso con un mensaje que, a su vez, da la vuelta al manido “p’alante” del que abusa el jefe de Gabinete de la lideresa conservadora, Miguel Ángel Rodríguez, para hacer partícipes a todos los ciudadanos de más políticas progresistas que reviertan una agenda “servil con el poderoso y fuerte con el débil”.
La arenga del capitán siempre es crucial. No iba a ser menos en un Congreso en el que la idea principal pasa por una victoria electoral a dos años vista. Los socialistas tienen tiempo de sobra para armar un proyecto que, por primera vez en seis años, esté capacitado para neutralizar la estrategia de la presidenta de la Comunidad de Madrid y de su asesor principal, Miguel Ángel Rodríguez. A este último, además, ha mandado un mensaje todavía más directo al tratar de desnaturalizar su recurso habitual para referirse a los casos judiciales abiertos en el entorno socialista. El “p’alante” ya no es un señalamiento o una apuesto a miembros del PSOE, sino que ahora cristalizará en la exportación del recetario social de Moncloa a Madrid. “Irán p’alante todos, no sólo unos pocos”, espetó el jefe del Ejecutivo.
Políticas sociales frente al ruido
Porque precisamente esta es la idea sobra la que ha pivotado el grueso del cónclave regional: subrayar el mensaje de que el Gobierno del Partido Popular, refrendado por su voto negativo en el Congreso, se opone a los avances sociales y al empoderamiento de la clase trabajadora. De igual modo, define lo que es la política de la principal fuerza de oposición en el país: “Fuerte con los débiles y servil con el poderoso”. Un recurso del que suele tirar el presidente y que deja al PSOE en el epicentro de la lucha por proteger las emancipaciones sociales.
Enriquece, además, ese eslogan de "izquierda valiente” con respecto a otros años. A su juicio, es crucial su presencia en los puestos de privilegio de la política española para amortiguar la “desigualdad” que emana de las políticas del bloque progresista, tales como la Ley de Vivienda o la aprobación de una nueva jornada laboral de 37 horas y media. Sánchez considera preciso decirle a las grandes corporaciones que no pagan impuestos en la capital, que “deben pagarlos”.
"Hay que decirle a las grandes corporaciones tecnológicas que no pagan impuestos, que tienen que pagar impuestos. Lo que no es valiente es que la Comunidad de Madrid transfiera tres de cada diez euros a las personas más ricas, mientras las clases medias sufren la merma en los servicios públicos. Ser valiente es estar del lado de las mujeres que sufren la violencia machista, y no negarla o banalizarla como hacen aquí, en Madrid", ha asegurado.
El Madrid de Ayuso representa a una “multinacional ultraderechista” de poner la alfombra roja para hacer negocio “con los derechos de la gente” para, en paralelo, financiar “pseudomedios de comunicación y tertulianos en televisiones y radios para difundir bulos”. En la región no existe esa “internacional” de extrema derecha sobre la que lleva tiempo advirtiendo Sánchez, sino que ha mutado a una suerte de “multinacional ultraderechista” que es el resultado del conglomerado de medios con dinero de PP y Vox para mermar el bolsillo de las clases más desfavorecidos. “Ante esta tesitura, hay que hacer más políticas progresistas para servir a la gente en lugar de servirse de la gente”, remachó.
A ganar a Ayuso y a Madrid
Como López, Sánchez también ha hecho alusión a la semana horribilis del PP, que acabó con su apoyo al decreto del escudo social tras negarse a apoyarlo por la inclusión del palacete del PNV y otras prerrogativas fiscales. Excusa barata a ojos del presidente del Gobierno, pues tal articulado mantiene aún la prerrogativa del edificio que ahora ocupa en París el Instituto Cervantes.
Con este pequeño modo introductorio, Sánchez ha incidido en la debilidad orgánica de Alberto Núñez Feijóo, redundando en que tiene razones suficientes –“como un ático”-, para pedir la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Alusión expresa, por otro lado, para denunciar que Ayuso y el PP “han puesto en venta a Madrid”. “Han puesto Madrid en venta y ya sabemos quién se lleva una comisión”, exponía el jefe del Ejecutivo ante el aplauso de los congregados en la Universidad Carlos III de Madrid.
La consigna es más que evidente en el PSOE-M. El toque de corneta pasa por “ganar Madrid ahora y el futuro después”. “No vamos a mantener el resultado”, señaló el jefe del Ejecutivo para acabar con una hegemonía de más de 30 años. "Creo que tiene muchos argumentos y muchas razones de peso para exigir una dimisión como una casa, bueno, como un ático a la señora Ayuso", ha agregado. “Es más, se ha cuestionado qué pensará Casado sobre Feijóo para responder irónicamente que le vendrá el refrán de que "otro vendrá que te hará mejor".