Pedro Sánchez ha diseñado un otoño caliente a la vuelta de las vacaciones. El presidente del Gobierno es consciente de la situación de desventaja en la que parte de cara al año electoral y su decisión es clara: convencido de ser capaz de revertir las tendencias, diseñará una agenda dividida en tres frentes paralelos con la que volver a ilusionar a un votante socialista maltrecho por la inflación, los últimos resultados electorales y la sensación de orfandad.

El Gobierno tiene claro que hace falta un esfuerzo titánico para dar la vuelta al relato y rentabilizar la cantidad de medidas sociales aprobadas durante esta legislatura. Quedan muchas horas de negociación para seguir avanzando en la agenda progresista de la coalición de Gobierno, pero en la comunicación estará la clave de bóveda: el propio Sánchez, por voluntad propia, cambió equipos antes de las vacaciones para volver con más fuerza, un tono más aguerrido y mayor cercanía con el votante.

No hay tiempo para delegar, poner excusas ni buscar culpables. Es el momento de diseñar una campaña potente, en varios frentes paralelos, desde el inmaculado traje presidencial hasta la vuelta a los orígenes del Peugeot con el que recorrer cada delegación socialista. Con todo, el presidente del Gobierno deberá enfrentarse a una situación a tres bandas: la calle, en una gira por todos los rincones de España que empezará este sábado en Sevilla; Europa, donde España juega un papel central en la trazabilidad del nuevo plan de emergencia energética; y el Senado, ring sobre el que medirse en duelo con un Alberto Núñez Feijóo al que buscará descoser en las distancias cortas.

Este mismo jueves el presidente se ha apuntado un tanto que le servirá en los tres frentes: la rebaja del IVA de la luz al 5%. Sánchez, con esta decisión, deja sin su principal argumento energético a Feijóo de cara al debate del próximo martes, alivia los gastos de la ciudadanía -se calcula que el ahorro de las familias será de entre ocho y diez euros- y sigue dotando de medidas un plan de contingencia y de ahorro energético que será muy estudiado en Europa en las próximas fechas.

"Trabajamos para la ciudadanía", ha indicado el líder del Ejecutivo, reprochando posteriormente la actitud del PP con cuestiones avaladas por Bruselas como la excepción ibérica o las medidas adoptadas dentro del plan de ahorro energético que vio su luz verde definitiva en el Congreso de los Diputados el pasado jueves: "¿Cuál ha sido la posición de las grandes empresas y el PP cuando hemos planteado la subida del Salario Mínimo, la excepción ibérica o el impuesto a grandes entidades? El rechazo no es casualidad. Nosotros trabajamos para la ciudadanía, otros están a lo que están”. 

Bruselas se fija en España

Bruselas sigue apostando firmemente por poner a España como ejemplo del trabajo bien realizado para contener el precio de la energía. En una situación de escalada desbocada de los precios, Mechthild Wörsdörfer, subdirectora general de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea, ha asegurado que Bruselas estudia imponer topes al precio del gas como forma de contener los precios (mismo procedimiento que el adoptado por España y Portugal con la excepción ibérica).

"Estudiamos estudiando los topes al precio del gas, ver qué opción es posible y tenemos seminarios técnicos (...) veremos las diferentes posibilidades, a toda velocidad, y queremos ver los comentarios de los Estados miembros", ha señalado, apuntando a la reunión de emergencia de ministros de Energía europeos del próximo 9 de septiembre, en el que estarán sobre la mesa medidas para intervenir el mercado.

"Miramos opciones para optimizar y reformar el mercado. Pero esto lleva tiempo, Von der Leyen no pudo prometerlo para mañana", ha defendido Wörsdörfer, quien ha recalcado que el Ejecutivo comunitario afronta esta reforma estructural "con mente abierta", sin descartar opciones, frente a la "situación difícil" que atraviesa Europa.