No ha sido una entrevista sencilla. Carlos Alsina, presentador de Más de Uno (Onda Cero), llevaba tiempo esperándolo en su plató, y este lunes ha llegado el momento de una conversación que, por momentos, se ha convertido en una especie de cara a cara en el que se ha reñido sobre economía, pactos poselectorales, cumplimiento normativo, debates e incluso definición del trumpismo.

Este último ha sido uno de los debates más interesantes. Tras hacer una radiografía de los pactos con Bildu o de los del PP con la extrema derecha, ha llegado el momento de preguntar a Carlos Alsina sobre por qué llamaba trumpista a la derecha: “¿No es eso deshumanizar?”, preguntaba el periodista.

“El trumpismo son tres cosas: la falta de respeto al cumplimiento de la legalidad, como el PP durante los últimos cinco años; poner en cuestión los resultados electorales, como sucedió el pasado 28 de mayo; y, finalmente, deshumanizar a tu adversario, llamándome bolivariano, soberbio, que no tengo sentimientos”, enumeraba.

Posteriormente, y ante las preguntas del locutor estrella de Onda Cero, insistía: “Ya hablaron de felipismo o zapaterismo: ese intento de deshumanizar a tu adversario político, que es una común del PP, supera todas las líneas rojas. O Sánchez o España: ¿Es una coña, no?", se preguntaba el líder del Ejecutivo. “Aquí no estamos hablando de Sánchez o España, Feijóo o el planeta tierra”, remataba.

El discurso, aquilatado

No es la primera vez que el presidente del Gobierno insiste en esta línea. Fue poco después de la convocatoria de las generales, y por ende de la derrota del 28M, cuando el líder del Ejecutivo convocaba a todos sus parlamentarios -diputados y senadores- en el Congreso de los Diputados para alentarlos de cara a una carrera electoral que finalizará el próximo 23 de julio. Un mes de infarto y un discurso bien aprendido. 

“Vale lo mismo el voto de un conductor de autobús que el de un propietario de un canal de televisión, cuenta lo mismo el voto de una cajera en supermercado que el del presidente de un banco", indicaba entonces. “Nuestro partido no lo fundaron siete exministros de una dictadura con la financiación de unos banqueros. El PSOE lo formaron 25 trabajadores en un bar de Madrid (...) Esa es la gente a quienes representamos, defendemos y de la que dependemos para ganar al PP y Vox", proseguía. 

“Veremos en programas de máxima audiencia a gentes que solo se representan a ellos mismos pontificar e insultar sin derecho a réplica. Se van a inventar barbaridades. Están copiando los métodos de sus maestros norteamericanos”, sentenciaba. 

Sánchez o Feijóo

Una vez explicado por qué Sánchez habla de que la derecha es reaccionaria y aprende del trumpismo, ha llegado el turno de volver a poner sobre la mesa el lema de campaña: "Esto no va de Sánchez o España. Es Sánchez o Feijóo", ha insistido el presidente del Gobierno, ciñendo las opciones de gobernabilidad a PSOE y PP. 

Un lema que acuñó hace cerca de dos semanas, cuando, en un foro sobre fondos europeos organizado por elDiario.es, aprovechó su tiempo de palabra para pedirle al líder de los populares un debate semanal, cada lunes, hasta el 23-J. La premisa de Sánchez no era otra que confrontar modelos en los principales medios del país, cara a cara, sin esconderse, para que los españoles pudieran coger la papeleta más acertada y decididr entre las dos únicas opciones de llegar a La Moncloa: "Sánchez o Feijóo, Feijóo o Sánchez". 

Este lunes, en la entrevista en Onda Cero, se ha vuelto a comprometer a mantener todos los debates que Feijóo quiera: "Si lo retase a venir el próximo lunes aquí, a Onda Cero, a mantener un debate con Feijóo, ¿aceptaría?", le ha preguntado Alsina. "Mañana mismo", ha contestado el presidente. Alsina, fiel a su estilo, le ha tomado la palabra y se ha comprometido a tratar de convencer al presidente del PP, líder de la oposición favorito a ganar las elecciones según las encuestas. "Suerte con ello", le ha contestado Sánchez con sorna.