El ministro de Sanidad saliente, Salvador Illa, ha comparecido este martes en su último consejo de ministros antes de arrancar la campaña como candidato a la Generalitat del PSC. El dirigente ha compartido una reflexión aprovechando la ocasión, asegurando que no se arrepiente del trabajo realizado "pese a los errores", y augurando un devenir fructífero frente al virus con sus sucesores al frente: "La tercera ola va a ser derrotada igual que derrotamos la primera y la segunda porque tenemos los instrumentos para ello".

"No me arrepiento de nada de lo que he hecho, dejo mis responsabilidades en el momento en que lo tengo que hacer, conforme a lo que anuncié en su momento", ha defendido, manteniéndose firme en su decisión de dejar la cartera de Sanidad cuando la campaña electoral arrancase de forma oficial. Con una semana movida en lo judicial, ya que el Parlament decidió suspender el plebiscito por la situación de la pandemia en Cataluña y, posteriormente, el TSJC falló a favor de mantener la cita electoral, el relevo se produce cuando la fecha ha sido concretada y ratificada. 

El próximo 14 de febrero Salvador Illa encabezará la candidatura del PSC. Una opción que cuenta con el visto bueno de todo su entorno cercano, de Miquel Iceta, del presidente del Gobierno y de buena parte del electorado catalán. Según apuntan las últimas encuestas publicadas, el que hasta ahora ha sido el plenipotenciario en la gestión contra la covid-19 parte con claras aspiraciones a conseguir la victoria en la contienda. "Es el momento de centrarse al 101% en la campaña", ha asegurado el candidato socialista. 

Illa ha aprovechado este último consejo de ministros para hacer balance con sus homólogos sobre la situación actual de la pandemia. Con récord de contagios y la tasa de incidencia acumulada a catorce días rozando los 900 casos por 100.000 habitantes, el candidato deja sobre la mesa una tarea difícil a los que vienen. Sin embargo, como ya hiciera el director de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, este lunes, ha indicado que el pico de la tercera ola está cerca de alcanzarse, poniendo como muestra que la incidencia a siete días es mucho más baja. 

Tranquilo, como acostumbra, ha dado las últimas pinceladas a la situación actual, mencionando algunos de los objetivos que deberá cumplir el nuevo equipo: controlar la cepa británica, hacer fructífera la campaña de vacunación y reducir la tasa de ocupación. Así, Salvador Illa ha dejado un ministerio que arrancó sin competencias, no pretendido ni por Unidas Podemos ni por el PSOE, y que, apenas dos meses después de la conformación del Ejecutivo, fue el foco de todas las miradas. 

Sabedor de que su retirada en el actual momento de la epidemia ha generado infinidad de críticas, y con el Congreso pidiendo que dé la cara en la Cámara Baja, el candidato del PSC se declara un "servidor público" y afirma que estará "donde sea más útil".