En su tradicional discurso de Nochebuena, el rey Felipe VI ha hecho numerosas referencias a la pandemia del coronavirus, a sus consecuencias y también ha rendido homenaje a los fallecidos y agradecimiento a los sanitarios. Aunque no ha condenado con contundencia las actividades presuntamente fraudulentas de su padre, si ha defendido los “principios morales y éticos” que nos obligan a todos y la “convivencia social y política” frente a la crispación política.
El monarca ha alabado la “eficacia y entrega” de las Fuerzas Armadas, de los Cuerpos de Seguridad, Protección Civil y servicios de Emergencias, así como el importante papel que ha desarrollado Europa y la Unión Europea para afrontar esta crisis del coronavirus. En este sentido, hacia el final de sus palabras dirigidas a todos los españoles este 24 de diciembre, Felipe VI ha recordado la importancia del “sistema de convivencia democrática”.
“En un tiempo en el que la pandemia y sus consecuencias económicas y sociales provocan tanta incertidumbre, nuestra Constitución nos garantiza nuestro modo de entender la vida, nuestra visión de la sociedad y del ser humano; de su dignidad, de sus derechos y libertades”, ha expresado. Después ha hecho hincapié en la importancia de dejar de lado a la crispación política: “Una Constitución que todos tenemos el deber de respetar; y que en nuestros días, es el fundamento de nuestra convivencia social y política; y que representa, en nuestra historia, un éxito de y para la democracia y la libertad”.
Además ha recordado la importancia de no olvidar que “los avances y el progreso conseguidos en democracia son el resultado del reencuentro y el pacto entre los españoles después de un largo período de enfrentamientos y divisiones”. “Son el resultado del querer mirar juntos hacia el futuro, unidos en los valores democráticos; unidos en un espíritu siempre integrador, en el respeto a la pluralidad y a las diferencias, y en la capacidad de dialogar y alcanzar acuerdo”, ha explicado antes de zanjar el asunto asegurando que junto a los “principios democráticos y el cumplimiento de las leyes” se necesita “preservar los valores éticos” que están en las raíces de la sociedad.