El PSOE ha aceptado tras las presiones de sus socios en el Parlamento como de los partidos de la oposición que el comisario jubilado José Manuel Villarejo acuda a comparecer a la comisión de la investigación de la operación Kitchen, sobre el uso irregular de medios para tapar casos de corrupción.

Ha sido tras la reunión en el pleno de este jueves cuando el partido socialista ha corregido su posición inicial y asumir así los argumentos de que la presencia del excomisario puede ser polémica y ruidosa, pero clave para esclarecer la trama de la operación.

La propuesta de comparecencias del PNV fue muy escueta y sencilla, ya que solo querían que acudieran a la comisión Villarejo, como la gran pieza central de los trama, y el comisario Enrique García Castaño, conocido como El Gordo.

Este miércoles concluyó el plazo para los partidos para presentar las propuestas de comparecencias a las sesiones de la comisión Kitchen. En este sentido, el PSOE creía conveniente que a la comisión acudiese el expresidente Marino Rajoy, pero no muchos más políticos por ahora, como Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, y los exsecretarios de Estado de Seguridad Francisco Martínez y José Antonio Nieto. Además del exdirector general de la Policía Ignacio Cosidó.

Aunque también pedían la presencia en el Congreso de Dolores de Cospedal y su marido Ignacio López del Hierro, así como otros comisarios y mandos policiales involucrados en el espionaje a Bárcenas, desde el PSOE entendían que concederle la plataforma mediática y política a Villarejo al acudir a la Cámara Baja ante los principales portavoces de todos los partidos era un regalo demasiado arriesgado.