La crisis sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19, junto con la gestión privatizadora del Partido Popular, ha puesto de manifiesto las carencias y deficiencias del sistema de salud público en la Comunidad de Madrid, especialmente en la Atención Primaria. Los vecinos de Navalcarnero, un municipio de más de 32.000 habitantes situado al suroeste de la capital, llevan años sufriendo las consecuencias de la falta de recursos humanos y materiales en sus centros de salud. Ante esta situación, el pasado sábado 10 de febrero, miles de personas salieron a la calle para exigir una mejora urgente de la calidad asistencial y la dotación de personal sanitario.

La concentración, convocada por la plataforma ciudadana Diversas, contó con el apoyo de todos los grupos políticos municipales, incluido el portavoz del Partido Popular en la región, Mario Mejías, que se sumó a la protesta junto a otros concejales de su formación. Bajo el lema “¡La primaria, es necesaria!”, los manifestantes recorrieron las principales calles de Navalcarnero, haciendo sonar pitos, vuvuzelas y cacerolas, hasta llegar a la plaza del Ayuntamiento, donde leyeron un manifiesto en el que denunciaron la situación “insostenible” y “peligrosa” que vive la sanidad pública en el municipio.

Un nuevo centro de salud sin pediatras ni médicos

Según los datos del sindicato médico AMYTS, los dos centros de salud de Navalcarnero cuentan con la mitad de las plazas de médicos de familia y pediatras cubiertas, lo que provoca largas listas de espera, demoras en las citas, saturación de las consultas y falta de seguimiento de los pacientes. Además, los vecinos lamentan que el centro de salud Navalcarnero II, inaugurado por la presidenta Isabel Díaz Ayuso en abril de 2023, no haya supuesto una mejora en la atención sanitaria, sino todo lo contrario, ya que se ha repartido al mismo personal entre los dos edificios, sin contratar a nuevos profesionales. “Pese a que han hecho un nuevo centro de salud, no hay pediatras, no hay nunca ni un médico de urgencias y están cubiertas la mitad de las plazas de los médicos de Atención Primaria”, denuncian fuentes vecinales a ElPlural.com.

Los vecinos de Navalcarnero no se resignan a aceptar esta situación y han decidido organizarse para reclamar sus derechos. Como acción comunitaria, han creado una plataforma online para que todos los habitantes del municipio puedan firmar una reclamación dirigida a la Consejería de Sanidad, exigiendo una solución inmediata a la crisis sanitaria. Asimismo, han puesto en marcha talleres para ayudar a las personas mayores a realizar este trámite digital. Además, han anunciado que seguirán saliendo a la calle todos los sábados hasta que se atiendan sus demandas. “¡El pueblo, unido, jamás será vencido!”, coreaban los vecinos al finalizar la concentración.

Ayuso se jacta de su sanidad pública con una encuesta que la desmiente

Por otra parte, mientras no para de crecer el descontento con su gestión sanitaria, Ayuso continúa sacando pecho de la sanidad pública de la región. En concreto, recientemente la presidenta madrileña presumía de la gestión sanitaria de su gobierno, basándose en el último Barómetro Sanitario del Ministerio de Sanidad. Sin embargo, el documento que citaba la dirigente popular escondía una realidad muy diferente a la que ella pretendía mostrar.

Ayuso destacaba que el 86% de los madrileños han valorado como buena o muy buena la atención que reciben en sus centros de salud, y afirmaba que “los madrileños respalden el trabajo de su sanidad y de sus profesionales”. Lo que no decía es que esa pregunta solo se refiere al trato de los facultativos, no a la calidad del servicio público de salud, que presenta graves problemas de los que ella es responsable.

De hecho, si se analiza el Barómetro Sanitario con más detalle, se observa que la Comunidad de Madrid suspende en varios aspectos clave de la sanidad pública, como la atención primaria, las urgencias extrahospitalarias, las listas de espera o el acceso telefónico a los centros de salud.

Por ejemplo, la valoración global de la atención primaria en Madrid es de un 6,24, la segunda peor de toda España, solo superada por Andalucía, otra comunidad gobernada por el PP. Las urgencias extrahospitalarias, que fueron cerradas durante la pandemia y convertidas en enfermerías en 2022, reciben un 6, la peor nota del país. Además, Madrid es la comunidad donde más personas dicen que nunca pueden contactar con su centro de salud, ni por teléfono ni en persona: un 16,4%. Y también es la tercera donde más pacientes tardan más de un día en ser atendidos por su médico de familia desde que solicitan cita: un 74%.

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