Han pasado cerca de 48 horas desde que trascendiera a la esfera pública el vídeo de la declaración de Miguel Ángel Rodríguez ante el juez Hurtado en el marco del proceso por la presunta filtración de datos de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. El Partido Popular ha optado no sólo por dejar correr el grifo, sino por correr una espesa cortina de humo. La estrategia de Génova está lejos de las pretensiones que manejan en la calle de Ferraz. El PSOE ha exigido a Alberto Núñez Feijóo que rompa su “silencio” pese al “temor” a las represalias de la jefa del Ejecutivo regional, como ya ocurriera con Casado. Sin embargo, los cuadros populares abonan una polémica en torno a las inexistentes reacciones del Gobierno central sobre el Nobel de la Paz concedido a la opositora venezolana, María Corina Machado, para enterrar la confesión del jefe de Gabinete de Ayuso.
Así lo escenificaban el sábado desde la Dirección Nacional del partido. La portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Ester Muñoz, desfilaba ante los medios de comunicación para denunciar el “silencio atronador” del Gobierno después de que se le concediera a la opositora venezolana el Nobel de la Paz. Para los conservadores resulta todo un agravio que ningún peso pesado del Palacio de La Moncloa reaccionara al triunfo de María Corina Machado, reprobando la imagen del Ejecutivo y asegurando que “quienes defienden la democracia liberal” están “ganando a la izquierda la batalla de la democracia, la libertad y la Justicia”.
Muñoz se ha despachado a gusto contra el Gobierno desde Madrid, refiriéndose a Machado como “una heroína del siglo XXI”. La portavoz parlamentaria del PP aprovechó la coyuntura para arremeter contra el ex vicepresidente del Gobierno e ideólogo de Podemos, Pablo Iglesias, al compararla “con Hitler”. “Es deleznable”, protestaba la dirigente castellano y leonesa, que apostillaba que el “silencio atronador” del Gobierno y reacciones como la del exlíder morado prueban “la importancia” que tiene que se concediera el galardón a la opositora venezolana.
Y es que a ojos de Muñoz, la negativa del Gobierno a felicitarla pone de manifiesto “cómo pesan las condiciones económicas que gana Zapatero del régimen de Maduro”. Una grave e infundada acusación que ha conjugado con chanzas sobre la candidatura de Sánchez al Nobel de la Paz por fomentar la solución de los dos Estados con el fin de alcanzar la paz en la Franja de Gaza. Recordó el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática lo pidió para el jefe del Ejecutivo. A ojos de la portavoz conservadora “es irónico que estuviera más preocupado por eso que por la información que pueda sacar sobre él la UCO”, en relación a la filtración del entorno de la derecha mediática sobre un cercano informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en el marco de la investigación el caso Koldo.
Polémica artificial
Entre el rosario de reproches de la portavoz parlamentaria de los populares, sin embargo, no se encontró mención alguna a la confesión de Miguel Ángel Rodríguez. El País publicó este viernes vídeos de las declaraciones de la vista del pasado mes de enero tanto del jefe de Gabinete de Isabel Díaz Ayuso, como del fiscal general, Álvaro García Ortiz, y la pareja de ésta, Alberto González Amador. El mutismo de Génova contrasta con las exigencias que proceden desde la calle de Ferraz. En el cuartel general de los socialistas, se respira una atmósfera de satisfacción al constatar que la testifical de MAR ratifica la versión que ha defendido a capa y espada el PSOE desde el inicio del caso.
Esta consigna la escenificaba este sábado la portavoz adjunta de la Comisión Ejecutiva federal del PSOE, Enma López. En declaraciones ante los medios de comunicación ha puesto voz al sentir de la organización que dirige el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reflexionado sobre el reconocimiento del propio MAR ante el juez Hurtado. Sin embargo, más allá de las principales líneas de argumentación, López ha puesto el foco sobre el presidente del Partido Popular.
Para la dirigente socialista es llamativo el “silencio” que guarda el líder de la oposición tras conocerse las testificales del jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Tanto el PSOE como el Gobierno engrasan su estrategia de confrontación directa con la propia Ayuso. Sin tapujos. En Ferraz y Moncloa han activado la maquinaria electoral para mermar las opciones tanto de Génova como de la inquilina de la Puerta del Sol de cara al 2027. De ahí, que no se escatimen esfuerzos en confrontar el relato que Ayuso trata de colar en cada aparición pública. Así como percutir en la narrativa de un Núñez Feijóo que está atado de pies y manos ante la lideresa y su poder orgánico.
Por eso, los socialistas trasladan toda la presión a un Feijóo que debe decir “si le parece normal que se manche el nombre de una institución” del estado “por orden de Ayuso”. Máxime cuando el propio líder de la oposición, tras su salto a la política nacional, se presentó – y sigue haciéndolo pese a todo – como esperanza para la regeneración y un adalid de la “política para adultos”. No obstante, a juicio de los socialistas, el “miedo” del gallego a la baronesa madrileña atenaza sus movimientos y le arrincona en casos como este, donde su estruendoso silencio es la respuesta habitual. “No puede estar callado por mucho miedo que le tenga a la señora Ayuso después de lo que le pasó a Pablo Casado”, reflexionaba López, en alusión a la cama que la presidenta madrileña, auspiciada por los cuadros del partido – incluyendo al propio Feijóo – le hizo al anterior presidente popular.
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