Este sábado, el presidente del Gobierno en funciones y líder del Partido Socialista Obrero Español, Pedro Sánchez, ha defendido aprobar una amnistía en Cataluña a los condenados por el ‘procés' para "hacer de la necesidad virtud", ya que cree que es la única vía para que haya un Ejecutivo y evitar una repetición electoral.

"Hay que hacer de la necesidad virtud. Es la única vía posible para que haya Gobierno en España y no haya repetición electoral", ha admitido Sánchez tras reconocer también que, aunque cuando aprobó los indultos en Cataluña ya anticipó que habría que dar más pasos, no planeaba "para ahora” adoptar esta cuestionada medida que la derecha política y mediática considera que será el fin de Pedro Sánchez.

“Es cierto que no las planeábamos para ahora y así lo dijimos. Pero también es cierto que sabíamos que la superación definitiva del conflicto requeriría otras medidas de gracia en el futuro. Porque no se podía dejar esa herida abierta indefinidamente. Así pues, es cierto, no era nuestro plan para este momento. Pero uno no siempre en política como en la vida puede elegir los momentos en que se realizan los planes”, ha dicho Sánchez.

Fuentes cercanas al presidente del Gobierno confirman que Pedro Sánchez es plenamente consciente de la dificultad que entraña su apuesta política; pero como en otras ocasiones, está convencido de que yerran una vez más los que pronostican su fin político por adoptar esta medida.

¿Finiquitado?

De hecho, en su discurso, Pedro Sánchez ha recordado que el pasado 23 de julio, buena parte de la opinión pública ya le daba por amortizado:

“Apenas proclamado líder del Partido Popular, Feijóo unió para siempre su destino al de Abascal. Y al calor de aquel resultado (el del 28 de mayo) y jaleados, por cierto, por una marea de encuestas de encargo que ya hemos visto cuán ‘fake' eran, despreciaron al Partido Socialista. Nos dieron por finiquitados, por acabados”.

Convencido de que el tiempo le dará la razón

Desde el entorno cercano al presidente del Gobierno aún sorprende que la derecha cometa de nuevo de error de dar por amortizado a un político que, si todos los pronósticos se cumplen, la semana del 6 de noviembre volverá a convertirse en presidente del Gobierno.

Lo hará, una vez más, tras demostrar su capacidad de resistencia y perseverancia; adoptando medidas audaces y despreciando a quienes le intentan convencerle de tirar la toalla.

Cabe recordar que Sánchez tampoco se dejó influir por las voces que tachaban de imposible su victoria en las primeras primarias del PSOE a las que concurrió; ni se amilanó cuando el aparato del partido le ‘cortó la cabeza’. El dirigente madrileño resistió una vez más y en unas primarias a cara de perro y con casi todo en contra, Sánchez ganó.

Asumió la presidencia del Gobierno tras una moción de censura que todos los medios de comunicación daban por perdida. Constituyó el primer gobierno de coalición tras la segunda república y pese a la pandemia del coronavirus y la crisis económica derivada de la invasión de Rusia a Ucrania, resistió.

Apostó por indultar a los líderes del ‘procés’ y el 23 de julio las urnas apoyaron ese movimiento que muchos consideraron suicida. Ahora, de nuevo, Sánchez parece asomarse al abismo político al promover la amnistía. Está convencido que el tiempo le dará la razón.

“No lo dudéis, más pronto que tarde, muchos de los que pronostican el caos, el fin de España y alientan movilizaciones, acabarán transitando. El tiempo, como tantas otras veces, será el encargado de quitarles la razón”, ha afirmado este sábado en el Comité Federal del PSOE.