El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, va a entrar en el Congreso el próximo día 21 de mayo, pero tendrá que sentarse en la última fila de escaños del hemiciclo.

Echenique no podrá sentarse junto al líder de la formación morada, Pablo Iglesias, ya que el Salón de Plenos no está adaptado a las condiciones de las personas con movilidad reducida, por lo que no puede acceder a esos asientos con la silla de ruedas. Según informa el diario ABC, los únicos asientos que están adecuados son los de la última fila, y el resto requieren poder pasar por estrechas escaleras situadas entre los tercios.

Este no es el primer caso en el que un diputado tiene una discapacidad física, pero sí es el primero que es miembro de la cúpula del partido y que, en consecuencia, tendría que poder sentarse junto al resto de los líderes de la formación, en los asientos más visibles. En el caso de que Iglesias quiera consultar o compartir estrategias con su secretario de Organización, deberá desplazarse hasta lo que coloquialmente se conoce como gallinero, o comunicarse vía teléfono móvil, aun estando dentro del mismo edificio.

Además de no poder acceder al asiento que le corresponde, Echenique tampoco puede llegar a la tribuna de presidencia, ya que está situada sobre una estructura a la que solo se puede acceder subiendo dos estrechas escaleras, donde también están ubicados los sillones de los nueve componentes de la Mesa del Congreso. En esta zona también se encuentra la tribuna de oradores a la que, de igual manera que les pasó a los diputados Ignacio Tremiño y Paco Vañó, tampoco podrá acceder para llevar a cabo sus intervenciones.

Como solución a esto, la Cámara ofrece a los diputados con problemas de movilidad que se les coloque una mesa en el suelo del Salón, cerca de donde están sentadas las taquígrafas que transcriben las sesiones. Tampoco podrá llevar a cabo las votaciones en urna, dado que ésta se coloca en la zona de la presidencia, por lo que tendrá que ser el presidente del Congreso quien suba hasta el gallinero para recoger en mano el voto del diputado que no pueda llegar hasta la urna.

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) afirma que la llegada de diputados con discapacidad al Congreso “forzó a la Cámara a dar respuesta para no excluir ni discriminar a sus miembros con discapacidad” y llegó a mejorar su “accesibilidad”, pero también explican que hay “serios inconvenientes” para la accesibilidad. “El Congreso no ha culminado todas las actuaciones necesarias para que pueda considerarse un entorno universalmente accesible”, critican.

Para el comité, el caso de Echenique refleja el día a día de muchas personas con movilidad reducida a la hora de acceder al lugar de su puesto de trabajo: “El incumplimiento de los mandatos y plazos legales de accesibilidad es muy generalizado en España. Incluso en los poderes públicos y en las Administraciones, los quebrantos a la Ley son más que comunes. A pesar de que la ausencia de accesibilidad es una discriminación y una ilegalidad, sancionable, estas situaciones persistentes, excluyendo a las personas con discapacidad y sus derechos a la participación y a la inclusión”, denuncian.