Este lunes el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha defendido la renovación de su formación, después de que el extesorero de los populares Luis Bárcenas enviara un escrito a la Fiscalía Anticorrupción confesando aspectos claves sobre la presunta financiación irregular del PP y señalando que Mariano Rajoy era “perfecto conocedor” de todas las actuaciones.

“Estamos muy hartos ya. Son 10 años teniendo que responder a algo de lo que no tenemos ninguna información. […] Ese PP sobre el que hablan los medios ya no existe. No queda ninguna sombra de sospecha”, subrayaba Casado en 'Más de uno', el programa radiofónico de Onda Cero que presenta Carlos Alsina.

Asimismo, Casado defendía su inocencia poniendo el ejemplo de la actual canciller de Alemania: “Es como si a [Angela] Merkel le preguntaran por lo casos de corrupción de [Helmut] Kohl o de la CDU”. Sin embargo, lo cierto es que hay grandes diferencias con la forma con la que han enfrentado la corrupción dentro de sus filas ambos dirigentes.

Dos formas diferentes de afrontar la corrupción

16 de diciembre de 1999. Helmut Kohl, canciller de Alemania desde 1982 hasta 1998 y arquitecto de la reunificación del país tras la caída del muro, admitía haber recibido 100.000 marcos (algo más de 50.000 euros) en dinero negro para la CDU, el partido que dirigió entre 1973 y 1998.

No obstante, meses antes de la confesión de Kohl, Merkel, secretaria general de la CDU después de un ascenso meteórico, no dudó en publicar un artículo en el Frankfurter Allgemeine Zeitung, periódico de referencia de su partido, pidiendo la dimisión de su maestro político. “Queda claro que ya nada volverá a ser como antes. La época de Kohl ha terminado de forma irreparable”, llegó a escribir la dirigente alemana. Un gesto duro, pero que provocó que en el año 2000 Merkel fuera escogida por aclamación popular como presidenta de la CDU.

Una forma de actuar de tolerancia cero contra la corrupción ("caiga quien caiga") que no ha seguido Casado en el PP. De hecho, desde que fuera elegido como presidente de los populares el 21 de julio de 2018, Casado nunca ha afeado públicamente a Rajoy por los numerosos escándalos de corrupción. En todas las ocasiones que ha sido preguntado, simplemente se ha limitado a echar balones fuera y señalar que son cosas de la anterior cúpula de Génova 13 y que él no tiene nada que ver con ello.

Asimismo, a diferencia de Kohl, Rajoy nunca ha admitido directamente la presunta financiación irregular del PP. "Todas las formaciones que han gobernado tienen casos de corrupción y algunos muy graves, tanto por su magnitud como por la importancia de las personas implicadas, pero el Partido Popular ha sido castigado con mucha más dureza que el resto de los partidos en circunstancias similares. La corrupción ha sido nuestro talón de Aquiles, el único instrumento de nuestros adversarios políticos. Hemos pagado un altísimo precio por los escándalos que nos persiguieron durante nuestro mandato aunque la mayoría arrancaban en épocas bastante lejanas en el tiempo. Lo pagamos muy severamente en términos de reputación y opinión pública, y ahí están las encuestas para comprobarlo", reflexionaba el expresidente del Gobierno en sus memorias, ‘Una España mejor’.