La crisis en Vox amaga con cerrarse en falso. La pérdida de poder orgánico de la facción neoliberal en favor del ala falangista se certificó con el adiós de Iván Espinosa de los Monteros y de Juan Luis Steegman. Dos bajas sensibles para los ultras que, a su vez, fuerzan a Santiago Abascal a mover ficha para reestructurar la cúpula. En el seno de la fuerza ultraderechista aún quedas voces de peso del sector duro original del partido, como Javier Ortega Smith. El portavoz del Grupo Municipal en el Ayuntamiento de Madrid y presidente de la organización, ha lanzado un aviso para los arribistas que se “han subido al carro del partido mucho después de su éxito”. “El tiempo y las dificultades ponen a cada uno en su sitio”, ha precisado a través de sus redes sociales, en un mensaje al que acompañaba una imagen junto a Rocío Monasterio, líder de la sucursal de extrema derecha en Madrid y esposa del exportavoz parlamentario.

El incendio en los cimientos de Vox no cesa. El ascenso fulminante del sector próximo al actual portavoz de la formación, Jorge Buxadé, con fuertes vínculos e inspiraciones falangistas, acabó con la vida de Iván Espinosa de los Monteros en la política. El que fuera portavoz parlamentario de los ultras abandonó la vida pública el pasado 8 de agosto, sin hacer sangre en su adiós desde el Congreso de los Diputados, pero certificando la fuerte disonancia en el seno del partido y evidenciando la atrofia muscular del clan neoliberal. Entre el maremágnum de mensajes de despedida enlatados de los que permanecen, emergió un Javier Ortega Smith, vicepresidente de la fuerza que comanda Santiago Abascal y portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, que expuso un cierto malestar orgánico tras el batacazo del 23J.

En aquel momento, el portavoz del Grupo Municipal de Vox en la corporación madrileña lamentó “las razones que provocaron” la renuncia de Espinosa de los Monteros, quien públicamente se aferró a la manida justificación de “problemas familiares”. Ortega Smith deslizó que varios representantes del partido no supieron reconocer su “lealtad, generosidad y sacrificio”. Dos semanas después, el vicepresidente de Vox ha vuelto a la carga, advirtiendo a quienes desembarcaron en la formación ultra tras comprobar el éxito de su fórmula electoral en 2019.

Aviso a navegantes

A través de Twitter, ahora rebautizada como X, el portavoz municipal de Vox ha señalado públicamente a los compañeros que se “subieron” al partido “mucho después” de su creación y, por supuesto, de alcanzar el “éxito”. “El tiempo y las dificultades ponen a cada uno en su lugar”, ha resaltado Ortega Smith, quien esta vez no se ha apoyado en una imagen de Iván Espinosa de los Monteros, sino de su esposa y líder del partido en Madrid, Rocío Monasterio, en un acto de campaña de aquel lejano 2019. “Desde el principio, teníamos claro que había que llegar hasta el último rincón de España. Nadie nos iba a regalar nada y a nadie podíamos prometer nada, salvo nuestra decidida voluntad de luchar sin tregua y sin complejos, con la verdad y lealtad por bandera”, escribió el dirigente.

En esta misma publicación, Ortega Smith, quien durante siete años estuvo al frente de la Secretaría General; hasta que en 2022 Abascal le relevara del cargo en detrimento de Ignacio Garriga, explica que en aquellos momentos “muchos empujaron con fuerza por convicciones2, pero hubo quien “se subieron mucho después, solo cuando ya vieron el éxito”, remata.

No olvidar el pasado

Hace escasos tres días, el portavoz municipal de Vox ya lanzó otro recado, aunque esta vez iba dirigido al máximo responsable del partido: Santiago Abascal. Ortega Smith reclamó al líder de la organización que recordara siempre los orígenes de la fuerza ultraderechista. “No podemos olvidar de dónde venimos y para qué nacimos, para no equivocarnos nunca hacia donde vamos”, advertía a través de sus redes sociales, esta vez con Iván Espinosa de los Monteros presente en la imagen junto a Abascal y el propio Ortega.

Vox está en el camino hacia una renovación completa de la cúpula. Un proceso que promete mayor pérdida de peso para el sector liberal, en el cual sólo resiste Javier Ortega Smith como cabeza visible. Aún ostenta la vicepresidencia de la formación, pero cada vez más orillado por el ala que encabeza Buxadé. El portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid abrió la brecha entre ambas facciones irreconciliables, asegurando que sus “principios y valores” constituían la “mejor energía para avanzar”. “Años más tarde… tanto trabajo dio sus frutos”, recordaba con emoción, al tiempo que reclamaba a Abascal no perder conciencia del verdadero germen de la fuerza ultra.