Vox hace frente a un nuevo cisma interno dentro de sus filas. Según recoge la Cadena Cope, la cúpula del partido en la provincia de Badajoz (Extremadura) presentó su dimisión conjunta este martes por “las desavenencias y los encontronazos” de sus miembros.

De este modo, Ángel Borreguero ha renunciado a su puesto de presidente provincial, “forzando” así al resto de su equipo a seguir sus pasos. Estos movimientos vendrían dados por los problemas que ya llevan meses arrastrando los de Santiago Abascal a nivel nacional.

Según informa el citado medio, desde Vox sí que confirman dichas dimisiones, aunque, por el momento, rechazan pronunciarse al respecto. Asimismo, desde el pasado mes de febrero, está abierta una investigación contra varios militantes del partido acusados de “espiar ilegalmente” a otros dentro del partido.

Yendo un paso más allá, y tal y como han asegurado fuentes cercanas al partido a ElPlural.com, la decisión de dejar a la intemperie la dirección de la formación de ultraderecha en Badajoz vendría motivada porque sus miembros son seguidores de Macarena Olona, quien el pasado mes de agosto anunció su salida del partido y que, actualmente, se encuentra marcando la senda de un nuevo camino paralelo a este, un hecho que ha provocado una guerra civil en la dirección máxima de Vox, entre sus militantes, e incluso entre los simpatizantes del partidos que más se veían reflejados en la excandidata a la presidencia de la Junta de Andalucía.

Más dimisiones provinciales

Cabe recordar así que este terremoto viene de largo con más dimisiones recientes, como la del líder de Vox en Zamora, Javier Alcina, anunció su dimisión y su total desvinculación del partido, a pesar de que no aportó razones de peso para respaldar su decisión. “Pienso que, hoy en día, mi marcha es mejor que mi permanencia, aunque pueda parecer poco comprensible”, aseguró en un comunicado oficial.

Un movimiento que sucedió poco después al de Malena Contestí, excabeza de Vox en Baleares de cara a la lista electoral al 10N, argumentando en una carta que el partido ya no defiende los ideales que promocionaba en su nacimiento: “Aquella ilusión inicial se ha tornado poco a poco en una profunda decepción tras la coalición electoral que provocó mi llegada a Vox, decepción derivada de la imposición de un dogmatismo que golpea como un yunque en todos aquellos ideales que parecieron hacer a Vox necesario”, lamentó, poniendo de relieve además los escándalos actuales en los que se encuentra la formación de Abascal.