La derecha y la extrema derecha no quieren desaprovechar la oportunidad de sacar rédito electoral de la crisis del coronavirus para poder llegar al poder. Por ello, han orquestado una campaña de acoso y derribo contra el Gobierno central, al que acusan de ser el responsable de la muerte de más de 28.000 personas. En esta ofensiva han incluido, como cabeza de turco, a Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad (CCAES) y principal rostro de España frente a la COVID-19.

Cabe recordar que ya son varios los ciudadanos anónimos y organismos que han decidido llevar a Simón ante la Justicia a través de la vía penal, es decir, de querellas. Sin embargo, de momento ninguna de estas denuncias ha prosperado, para desgracia de la derecha y la extrema derecha.

Vox no ha parado a lo largo de estos meses de estado de alarma de cargar contra Simón, llegando a tildarle de “psicópata” y de estar al servicio del Gobierno. Una acusación, esta última, que ha encontrado el respaldo del Partido Popular, pese a que fueron precisamente los populares con Mariano Rajoy a la cabeza los que le designaron en el año 2012 como director del CCAES. Aquella contratación, de hecho, recibió recientemente la felicitación del propio Salvador Illa, ministro de Sanidad: “Felicite a la señora Ana Pastor por haber creado el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias y a la señora Ana Mato por haber nombrado a Fernando Simón, mi principal colaborador en esta situación”, dijo. 

Y si la campaña de Vox y PP ha sido dura, la de sus simpatizantes y principales líderes de opinión ha cruzado en numerosas ocasiones cualquier límite imaginable. Javier Negre, Eduardo Inda, Alvise Pérez y cía no han parado de propagar bulos contra el científico y su gestión. Una larga nómina a la que hace unos días se le sumaba de manera notoria el también polémico Jiménez Losantos, quien acusaba al experto de haber dado un braguetazo implicando a un exministro del PP. En concreto el locutor radiofónico aseguraba que el epidemiólogo tiene el puesto como director del CCAES porque está casado con María Romay-Barja, hermana de José Manuel Romay Beccaría, exministro de Sanidad. “Este es un cursi que hizo su carrera emparentado con alguien tan poderoso en el PP como el señor Romay Beccaría. Creo que está especializado en cosas infecciosas africanas, pero vamos, sobre todo, el hombre dio un braguetazo político extraordinario”, llegó a decir en esRadio.

No obstante, hay otros periodistas afines a la derecha que sí han alabado el papel de Simón durante esta pandemia. “Es usted una persona admirable. Un vocacional de la Medicina […] Es usted inteligente, bondadoso, entregado a los demás. Habla seis idiomas, y no domina más por falta de tiempo. Tiene usted un currículum de unos cinco metros de altura, mientras el de la inmensa mayoría de los que se sientan en el Consejo de Ministros, incluido su presidente, apenas llega a los sesenta centímetros. Ha demostrado su ambición en ayudar a los más pobres, a los más olvidados, y se ha dedicado a investigar sobre esas enfermedades que arrebatan las vidas en países lejanos. No puede usted consentir que esa biografía brillante se empañe con el burdo intento de disimular porcentajes, de borrar los errores de un Gobierno del que usted no es responsable”, escribía Luis del Val, mano derecha de Carlos Herrera en la Cadena Cope.

Bulos sobre su CV

Asimismo, otro de los caminos que han escogido la derecha y la extrema derecha para desprestigiar a Simón ha sido la de dudar de su valía, más en concreto de su CV. En este sentido, varios portales digitales asociados a Vox han difundido el bulo de que el científico ni es doctor, ni ha hecho el MIR (el examen que deben superar los estudiantes licenciados o graduados en Medicina para poder acceder a la formación de una de las 47 especialidades médicas reconocidas en nuestro país), ni está colegiado, ni es un especialista; una fake news de manual, puesto que está colegiado en Huesca en la especialización de epidemiología. Efectivamente no tiene el MIR, pero tal y como explicó el propio Simón, antes de 1995 no era necesario para poder trabajar en Atención Primaria.

En una entrevista concedida a desnivel.com, el científico explicó que al acabar la carrera “ninguna de las especialidades” le acababa de convencer, y que con el paso del tiempo descubrió que la “epidemiología” era lo más le gustaba. “Tenía ideas románticas como ser un médico que hacía todo o trabajar en al área de enfermedades infecciosas”, recordaba Simón. Por ello, y como en España no existía esa especialidad, se marchó a África, donde estuvo casi una década.

Entre los lugares en los que ejerció su profesión en el continente africano ha trascendido a la opinión pública su experiencia en Ntita (Burundi), donde cada día atendía a unos 120 pacientes antes de comer, y después se ocupaba de 60 personas ingresadas de un hospital colapsado. Incluso, recordaba un antiguo compañero suyo, que una vez tuvo que ayudar a dar a luz a una mujer sin luz y en otra ocasión fue tiroteado en Bujumbura, capital de Burundi, cuando iba en busca de medicinas. “Él lo contaba como un hecho más porque aprendes a convivir con estas cosas, pero podía haber dejado la vida perfectamente. Fue un susto muy gordo”, rememoraba el aventurero Marco Pascual.

Tras esta aventura en África, que el científico ha reconocido que “echa de menos” y que le sirvió para aprender mucho, logró especializarse en epidemiología en Reino Unido y Francia. “Es el trabajo que me gusta, una medicina distinta en la que reduces los riesgos de mucha gente en lugar de dedicarte a individuos”, afirmaba Simón a desnivel.com.

Críticas por su foto en una moto

En las últimas horas, los críticos de Simón han vuelto a hacerse notar, después de que este jueves El País Semanal anunciara que el protagonista de la edición de este domingo será el científico, que dará su primera entrevista tras la pandemia. En dicho anuncio, el epidemiólogo aparecía en la portada del suplemento con una chupa de cuero y montado en una motocicleta de gran cilindrada. “No podía perder la calma”, rezaba por su parte el titular. Una escenografía que no ha gustado nada a la derecha y la extrema derecha. "¿De qué se supone hace alarde el "macho ibérico" que "ha llevado" a la muerte a 40.000 españoles?", se preguntaba José Gonsálbez, portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Valencia. "En cualquier país serio este indecente no podría salir a la calle. Aquí le regalan portadas y le convierten en James Dean. La diferencia es que el actor no tenía 40.000 muertos en sus espaldas como Fernando Simón. Imagino las caras de las familias rotas al ver la portada”, señalaba por su parte Negre.

Los reproches no han logrado alterar la tan característica calma de Simón, que se ha tomado con humor la portada: “Es una foto graciosa, no tengo mucho más que comentar sobre ese tema”.