El Partido Popular celebró este lunes la votación que se saldó con la elección de Alberto Núñez Feijóo como nuevo presidente de la formación. El gallego dio el salto, por fin, tras años de amagos y lo hizo con el apoyo de 36.781 afiliados. Una cifra alejada de los 55.000 avales que presentó y a años luz, por supuesto, del censo total que el PP dice tener (en torno a los 800.000). Un misterio que los ‘nuevos’ responsables de la fuerza conservadora tampoco prometen esclarecer.

Durante muchos años, Génova alardeaba de ser el partido más grande del país. Es decir, el que más masa social tenía. De hecho, en la época marianista apuntaban a cifras próximas al millón de afiliados. Sin embargo, los alardeos populares se contuvieron en torno al 2018, cuando Pablo Casado derrotó a María Dolores de Cospedal y a Soraya Saénz de Santamaría en las primarias.

La propia ex ministra de Defensa, en calidad de secretaria general del PP, rebajó el listón y aseguró que eran 780.000 los afiliados al Partido Popular. Incluso fuentes de Génova admitieron en esas fechas que el millón del que se jactaban era, presumiblemente, un acumulado histórico en lugar de una cifra real de simpatizantes. Asimismo, fuentes del Comité Organizador del Congreso de Sevilla (el PP interino) no aportan nuevos datos y se remiten a la cifra que aportó Cospedal y que, a la postre, recogió el PP en sus cuentas anuales a 31 de diciembre de 2020.

Más candidatos en 2015 que votos

Tomando por bueno el último dato que recoge el PP oficial, el respaldo que Feijóo recibió en la votación de este lunes (36.781 votos) supone tan solo un 4,72% del total de afiliados; un porcentaje que también se aleja de los datos cosechados en 2018, cuando 66.384 acudieron a la cita con las urnas para dirimir la sucesión de Mariano Rajoy.

En las primarias de 2018, el 87'8% del total de inscritos para participar emitió su voto. En aquel momento, en algunos estamentos conservadores se barajaban cifras cercanas a las 870.000 militantes.

Los afiliados inscritos para votar en 2018 superaron ligeramente al número de candidatos municipales que se presentó a las elecciones en 2015. En aquel momento, se contabilizaron 61.986 personas adheridas a las listas del Partido Popular para los consistorios españoles. En este caso, superan las cifras de participación y avales obtenidas por la candidatura única de Feijóo.

Por contextualizar los datos de participación y afialición, en las primarias del PSOE de 2017, 187.949 militantes socialistas participaron en el proceso interno que acabó con el triunfo de un Pedro Sánchez aupado por las bases frente a la vieja guardia. 

Los trucos del PP

En Génova siempre se guardan un as bajo la manda y estas fluctuaciones de datos tienen una explicación sencilla. Para ello hay que recurrir a los Estatutos del Partido Popular, que se pueden consultar con un simple click. En ninguna parte especifican cuántos de esos 780.000 afiliados son militantes, cuántos de ellos tienen obligación de cuota y, por tanto, derecho a voto en un proceso interno, o cuántos son simplemente simpatizantes – sin pago y sin voto -.

En los Estatutos del Partido Popular no se recoge diferencia alguna entre las citadas figuras. Esto es, a ojos de la dirección, todos son afiliados, aunque con dos modalidades diferentes: con obligación de cuota y sin obligación; siendo los primeros los que tendrían derecho a participar en un proceso interno. De hecho, para este proceso, el COC insistió en que solo podrían participar en el proceso aquellos que estuvieron "al tanto de las cuotas" y se les dio un plazo para cumplir el trámite si tenían deudas, pero insistiendo en que solo se admitirían aquellos pagos que se hicieran por transferencia bancaria. 

¿Sangría en las bases?

Con la salida de Casado, la nueva dirección interina del Partido Popular deslizó en una primera toma de contacto que la guerra con Ayuso se habría cobrado numerosas víctimas en clave de militancia. De hecho, arguyeron que entre 400 o 500 afiliados se dieron de baja en las últimas horas de Casado al frente de Génova y la movilización de los fieles a Ayuso en los aledaños del cuartel general.

Sin embargo, estas pérdidas fueron subsanadas. Según fuentes del Comité Organizador del Congreso de Sevilla, el balance del mes de febrero fue positivo, pues la ‘muerte política’ de Casado supuso un repunte en su masa social, con 800 adhesiones y un diferencial positivo.

Eso sí, la militancia en el Partido Popular también se ha visto mermada por la presencia cada vez más potente de la ultraderecha. De hecho, según recogen varios medios de comunicación, Vox ha recaudado casi el doble de dinero por afiliados (62.000 militantes) que el PP. Los conservadores obtuvieron en 2021 2,7 millones frente a los 4,6 millones de la formación de Santiago Abascal.