La ministra de Justicia, Pilar Llop, defiende que las intromisiones en los móviles de la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, son “puntuales” y que, a partir de la fecha indicada en las últimas horas “no se ha detectado ninguna otra invasión”. A renglón seguido, ha defendido que ha sido el fin de semana cuando Moncloa tiene "constancia fehaciente" de la entrada ilegal a los dispositivos.

Asimismo, la responsable gubernamental ha asegurado que este mismo lunes entregará su móvil al Centro Nacional de Inteligencia (CNI), para que lo examine. No obstante, asegura estar “muy tranquila” cuando habla con su dispositivo porque lo que dice en público lo comenta en privado.

Se cumplen los protocolos

Llop ha sostenido también que el Gobierno cumple con lo estipulado en materia de ciberseguridad y las actualizaciones del sistema en sus dispositivos, aunque no ha aclarado si entregan periódicamente el móvil al CNI.

Así se ha expresado al ser preguntada sobre esta cuestión: "Lo que he hecho son los protocolos que me han indicado", ha afirmado la ministra en una conversación con Antena 3.

"Supongo que también se hacen esas revisiones a través de actualizaciones del sistema, del software y del propio cumplimiento de protocolo que yo misma he hecho cuando me ha sido entregado el dispositivo", ha explicado.

La “frivolidad” de PP y Vox

Al ser cuestionada sobre la publicidad del espionaje en un contexto en el que pocos gobiernos han reconocido que se han visto afectados por Pegasus, Llop ha afirmado que es un "desafío" que afecta a más países, donde hay que ser "muy diligentes" para esclarecer lo que ha ocurrido. "Son delitos muy graves y una situación de extrema gravedad", ha apostillado.

Con todo, ha pedido "estar a la altura de las circunstancias" para que no haya "ningún tipo de frivolidad", después de las declaraciones del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. En este sentido, el popular señaló que el anuncio sobre Pegasus era una "casualidad política no menor" al producirse en "pleno debate" sobre el caso del presunto espionaje a dirigentes independentistas y de "la estabilidad" del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos.

A esta última hipótesis se ha sumado también la extrema derecha. En concreto, el líder de Vox, Santiago Abascal, quien pone en duda la veracidad de los ataques sobre los teléfonos del Ejecutivo.