El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty, no sólo sigue haciendo oídos sordos a las protestas contra la privatización de la sanidad, sino que además continúa burlándose de los profesionales que protestan. Su última ocurrencia ha sido la de acusar a los médicos que hacen huelga sanitaria de ser los que de verdad "producen un perjuicio muy importante para ciudadanos enfermos".

En declaraciones a los medios de comunicación en la Real Casa de Correos en otra jornada en la que se han convocado paros en la sanidad pública madrileña, ha asegurado que "los motivos de la huelga son absolutamente injustificados", ha indicado Lasquetty, quien ha señalado que "esta huelga se hace contra una serie de medidas que lo que pretenden es garantizar la sanidad pública en un momento" en que Madrid  va a tener "menos recursos porque hay un ajuste muy importante derivado de la financiación".

"Perjuicios" a los pacientes
"Me parece muy injustificada la huelga y lamento los perjuicios que se producen", ha insistido y ha recalcado que están "siempre dispuestos a hablar y dialogar con todas las instituciones y entidades pero para hacer reformas no para no hacerlas" porque si no, es cuando habrá "problemas".

Funcionamiento de urgencias
En cuanto al funcionamiento de la sanidad estos días, ha destacado que "las urgencias han funcionado con todos sus efectivos como los tratamientos que no se pueden demorar ningún día" y ha añadido que ha habido en consultas, actividad quirúrgica y hospitales" y en cambio en otra parte, "se ha cancelado".

Exige disculpas al PSOE
Preguntado por las palabras de Gómez, que ha pedido su dimisión por "soberbio", el consejero ha dicho que para soberbio el PSOE, al que "no ha escuchado tener la humildad de pedir perdón" a los madrileños por criticar la creación de los seis nuevos hospitales.

El abrazo al hospital
Lasquetty continúa así su ofensiva contra las protestas. Ayer, al respecto de las iniciativa "Abraza tu hospital", en la que profesionales y pacientes rodearon sus hospitales con una cadena humana, el consejero aseguró que no era una protesta sino "una demostración de afecto" a los centros sanitarios. Tampoco dio validez al casi millón de firmas presentado, asegurando que muchos de los firmantes habían sido manipulados para dar su apoyo.