"Necesitamos una señal para los mercados" de la zona euro porque hasta ahora lo que se ha constatado es "una respuesta política inadecuada" que ha debilitado la confianza de particulares y empresas, señaló el economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Pier Carlo Padoan.

"Tarda en ponerse en marcha"
Hacen falta decisiones y en primer lugar evitar el contagio dentro de la eurozona y "eso lo puede hacer el BCE (Banco Central Europeo) solo o junto al FEEF" (Fondo Europeo de Estabilidad Financiera), que en cualquier caso "tarda en ponerse en marcha", señaló Padoan en la presentación a la prensa del informe semestral de perspectivas de la organización.

Recesión "suave"
En ese informe, la OCDE toma nota de que los países de la moneda única han entrado estos últimos meses en una recesión por el momento "suave", que debería terminar a comienzos de 2012, un año que sería al final de casi estancamiento, con un crecimiento limitado al 0,2 %, muy por debajo del 2 que se anticipaba en mayo, y caídas en Portugal (-3,2 %), Grecia (-3 %) e Italia (-0,5 %).

El paro desbocado de España
Por no hablar del corolario del desempleo, que pasaría del 9,9 % de media en la zona euro en 2011 al 10,3 % en 2012, en buena medida por los datos de España, donde se calcula que la tasa de paro podría aumentar del 21,5 de media este ejercicio hasta tocar techo en el 23 % el año que viene, antes de un muy leve descenso en 2013, con un 22,7 % de media.

Suspensión de pagos o quiebra
Más allá de este panorama ya de por sí oscuro, la OCDE alerta de que la falta de confianza en la zona euro que está disparando la prima de riesgo de muchos de sus miembros puede conducir a una suspensión de pagos o una quiebra bancaria que supondría una recesión larga y profunda. En ese escenario pesimista, la eurozona vería reducido su PIB en más del 2 % tanto el año que viene como el siguiente y la recesión cruzaría el Atlántico, con una caída del PIB un poco inferior al 2 % en Estados Unidos, pero sólo en 2012.

Ralentización en EEUU
De cumplirse esos malos augurios, la economía estadounidense también verá ralentizada su progresión respecto a lo que se esperaba hace seis meses, ya que el escenario central de la OCDE le augura un alza del 2 % en 2012 (en lugar del 3,1 %) y del 2,5 % en 2013. Padoan, aunque cargó las tintas en la zona euro, tampoco quiso olvidar que la mejora de las perspectivas para todos los miembros de la organización también depende de que Estados Unidos adopte un programa presupuestario de medio plazo creíble.

Crecimiento de Japón
El caso de Japón es un poco diferente, ya que los autores del estudio esperan que tras la recesión sufrida este año (-0,3 %), el país va a experimentar una importante reactivación en 2012 (2 %), pero muy mediatizada por los esfuerzos de reconstrucción del tsunami, y que en 2013 vendrá una ralentización (1,6 %).

Efectos en los países emergentes
Los países emergentes tampoco serán inmunes a las turbulencias actuales, en particular por efecto del estancamiento del comercio mundial, y de acuerdo con los autores del informe verán moderada su progresión económica, lo que para China se traducirá en pasar de una tasa del 9,3 % este año al 8,5 % el próximo para volver al 9,5 % en 2013. Peor lo está viviendo Brasil, que este año ha visto su tasa de crecimiento reducida a menos de la mitad (3,4 % tras el 7,5 % en 2010) y que va a permanecer en unas magnitudes similares en 2012 (3,2 %) y en 2013 (3,9 %).

Los eurobonos
Padoan, consciente de que la indecisión política europea es lo que contamina todo, no sólo atacó la posición alemana contraria a utilizar el BCE para comprar masivamente deuda de los países del euro bajo presión, sino que también se declaró en favor de otro de los anatemas para Berlín: el recurso a los eurobonos. "Los eurobonos pueden ser un instrumento muy útil", señaló el economista italiano, que a continuación puntualizó que "tienen que complementarse con otras medidas" como una gobernanza más estricta en el seno de la eurozona, con mayor coordinación de las políticas económicas y fiscales. En la línea de lo que quiere Alemania.