Coro Cillán deberá hacer frente a una fianza de 17.000 euros por su eventual responsabilidad civil y podría estar cerca del banquillo, después de que la Fiscalía, que se querelló contra ella, presente su escrito de acusación.

El Mundo, a favor de Cillán
El Mundo
da cuenta de la imputación de la polémica jueza, aunque calificando la actuación del magistrado del Tribunal Superior de Madrid, Emilio Fernández Castro, contra la jueza de “severísima” y precisa que lo ha hecho a partir de “la instrucción realizada por otro magistrado y sin haber escuchado personalmente a Cillán”. Como ha contado ELPLURAL.COM con anterioridad, Coro Cillán “se posicionó (en el caso Moma) desde un principio a favor de la parte denunciante con una serie de resoluciones en beneficio de la misma”, según la acusación de la Fiscalía.

Trato de favor a amigos
Una inspección del Poder Judicial realizada a la jueza concluyó que las decisiones de Cillán en este caso pretendían dar un “trato de favor” hacia amigos suyos (uno de ellos, “íntimo”). La investigación aportó testimonios sobre almuerzos y reuniones extraprocesales de la juez con una de las partes del proceso para gestar supuestamente el precinto y cambio de administradores de la discoteca Moma en favor de sus amistades. La jueza pidió “vehementemente” a la fiscal de guardia que se posicionara a favor del cierre de la discoteca y a pesar de no conseguirlo aplicó esa medida cautelar, sin practicar ninguna diligencia ni oír a la parte denunciada.

"Por mis santos cojones..."
La fiscal del juzgado, Soledad García, que estaba de guardia con Cillán el día del precinto de la discoteca, declaró que la jueza ignoró su opinión de que antes de cerrar el local debía comprobarse la veracidad de la denuncia. Según García, la magistrada afirmó: “Por mis santos cojones se precinta Moma”. La jueza siguió adelante con el caso, a pesar de que no le correspondía a ella.

La Gaceta denunció acoso de la Fiscalía contra Cillán
En diciembre del año pasado, La Gaceta acusó a la Fiscalía de "acosar" a la jueza por intentar reabrir el caso del 11-M, a raíz de de la inspección del Consejo General del Poder Judicial al Juzgado del que es titular Cillán con motivo del caso Moma. Incluso el entonces director del diario, Carlos Dávila, defendió en su columna a la jueza contra el supuesto “acoso” que estaba padeciendo. “Hay una juez que ha reabierto, por un vericueto legal, la mayor matanza terrorista de la historia de España, y esta juez, de la que se cuenta y no se acaba, pero que los tiene donde hay que tenerlos, ha empezado a descubrir cosas que no le gustan nada a Rubalcaba y, desde luego, a aquel juez, Gómez Bermúdez (…) La juez está siendo cercada, acosada, porque se ha vuelto curiosa”, escribió Dávila.

Una heroína para Pedro J. Ramírez
En marzo de 2011, el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, llegó a afirmar que la juez es la que iba a acabar con la carrera de Rubalcaba por su empeño en reabrir este caso. Tanto El Mundo como La Gaceta han dado a Coro Cillán un carácter de heroína por sus intentos fallidos de reabrir el caso del 11-M. La jueza citó a declarar a los máximos cargos de Renfe en 2004, alegando que había irregularidades en el caso, a partir de una demanda del sindicato ultraderechista Manos Limpias. La Fiscalía de Madrid rechazó sus intentos y zanjó que el caso había sido objeto de enjuiciamiento y sentencia firme.