Pablo Casado ha acudido al plató de Espejo Público para someterse a una entrevista con Susanna Griso. El líder del Partido Popular se ha ‘olvidado’ de Sánchez y ha cargado contra los que, durante meses, han sido sus socios en un posible pacto electoral: Albert Rivera y Santiago Abascal.

Durante toda la charla con Susanna Griso, Casado no ha podido evitar escribir un capítulo más en la ‘Guerra de las Derechas’ que libran desde la madrugada del 28A, cuando el tripartito fracasó en su intento de “desalojar a Pedro Sánchez” de La Moncloa. La derrota ha abierto unas heridas profundas en este flanco político, sobre todo con el batacazo del PP y sus 66 escaños.

Casado ha recordado que ha ofrecido a Ciudadanos y Vox confluir juntos en las elecciones y ambos lo han rechazado. “La fragmentación de nuestro voto ha sido nuestro principal enemigo”, subraya. Asimismo, ha criticado que la formación naranja se erigiera como una fuerza que facilitara el cambio de Gobierno, pero el 28A “descorchara el champagne” por su crecimiento electoral y su casi equiparación con el PP.

Lo que querían era crecer, no desalojar a Sánchez”, se quejaba Pablo Casado ante Susanna Griso. Ha rechazado cualquier cambio de estrategia tras el batacazo en las urnas. “Simplemente he ubicado a Vox donde ellos se ubican”, señalaba antes de indicar que Ciudadanos está a la izquierda del PP. “Hace año y medio se convirtieron en liberales”, insiste.

El líder genovés, tras rechazar un nuevo giro al centro tras sus devaneos en el extremo diestro, ha lamentado sus constantes esfuerzos para reunir a Vox y Ciudadanos en su seno y evitar la fragmentación. Achaca a estas formaciones el reconocido “fake del 1+1+1” para el Senado. Acto seguido, ha criticado el dinero gastado por naranjas y ultraderechistas para “criticarnos”. “Si hubiesen querido a Pedro Sánchez, hubieran aglutinado sus esfuerzos junto a nosotros”, puntualiza. Además, ha vuelto a acusar a estas dos formaciones de "plagiar" los programas del Partido Popular. 

Pactos tras el 26M

Casado continúa en su defensa de que el Gobierno debe recaer en la formación más votada. Sin embargo, como el resto de fuerzas “rechazaron nuestra propuesta”, Casado admite que no quiere combatir “con una mano atada a la espalda”. Ve fuerte a su partido de cara a la “segunda vuelta” electoral, pero no quiere oír hablar de pacto alguno.

“Ya pactaremos con quien haya que hacerlo tras las elecciones”, deslizó Casado, concentrado ya en reflotar a su debilitada formación. A este respecto, el genovés ha vuelto a cargar contra Ciudadanos, acusándoles de falta de claridad en los posibles pactos postelectorales. No entiende que la formación naranja vete a Sánchez y pueda pactar con Lambán o Page. “Igual Ciudadanos apoya al PSOE o Vox no consigue escaños”, concluye.