El juez ha decretado la libertad provisional de la eurodiputada de JxCAT Clara Ponsatí, exconsellera de Educación del Govern de Carles Puigdemont, y le ha citado a declarar el próximo 24 de abril ante el Tribunal Supremo para comunicarle su procesamiento por un delito de desobediencia. Esta puesta en libertad se produce pocas horas después de haber sido detenida en Barcelona por los Mossos d’Esquadra tras cruzar este martes la frontera para regresar a España.

En este auto, el juez Llarena acuerda la libertad provisional de la exconsejera de Educación de la Generalidad de Cataluña y deja sin efecto la orden de detención así como la rebeldía acordadas en su día. Asimismo, el magistrado también fija que designe domicilio y teléfono donde pueda ser localizada y que comparezca ante este órgano judicial cuantas veces sea llamada.

Además, le apercibe de que el incumplimiento del llamamiento conllevará la modificación de su situación personal y su posible conducción por la fuerza pública.

Ponsatí asegura que ha vuelto a Cataluña a "plantar cara"

En la rueda de prensa que ha concedido a su llegada a Barcelona en la tarde de este martes, la exmiembro del Govern de Puigdemont ha asegurado que no ha vuelto "a pactar, sino a plantar cara".

 "No he venido a hacer ningún pacto con el Estado, sino a denunciar la vulneración sistemática de nuestros derechos, la pasividad de las instituciones catalanas y la necesidad de que las instituciones europeas dejen de mirar hacia otro lado", ha reivindicado. A la par, ha puntualizado que, a su juicio, el juez Llarena "no es competente" en su caso aunque, en caso de ser arrestada se "atendrá a las consecuencias", al igual que ha hecho en Europa. 

Además, Ponsatí ha presentado la web 'estatdedret.cat', un proyecto en el que asegura que lleva meses trabajando, y que es "un inventario de la persecución nacional contra Cataluña", y ha indicado que el portal ha registrado 1.000 casos de supuesta vulneración desde 2003 hasta 2023.

Decidió volver en enero

Ponsatí ha concretado que tomó la decisión de volver a Cataluña el 11 o 12 de enero, el día en que el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena "hizo la primera versión de interlocutoria adaptándola a la reforma del Código Penal".

Ponsatí ha sostenido que "la intensidad de la persecución personalizada ha disminuido" en su caso, pero ha asegurado que no es así en los casos del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y los exconsellers Toni Comín y Lluís Puig, al ser preguntada por las consecuencias que su vuelta podría tener en la de los otros tres políticos independentistas en el extranjero.

"Yo vuelvo en parte para visibilizar más intensamente su combate", ha subrayado Ponsatí, que ha asegurado que no ve una relación directa de su regreso y un posible retorno de Puigdemont, Comín y Puig.

Ha destacado que su vuelta se debe a que su acusación "es desobediencia, que no comporta prisión", a raíz de la reforma del Código Penal (CP), pero ha calificado de coste colateral que su condena se haya rebajado por esta reforma.

Sobre qué le parecería si la detuviesen los Mossos d'Esquadra, como finalmente ha pasado, aunque horas después ha sido puesta en libertad, la eurodiputada ha afirmado que respeta a la policía catalana, que están obligados a respetar la ley: "Ellos y sus superiores sabrán si una orden de detención a una eurodiputada que tiene inmunidad es una cosa que deban ejecutar o no".

Después de la rueda de prensa, Ponsatí ha salido de la sede del Col·legi de Periodistes vitoreada por una veintena de personas con 'esteladas' y ha empezado un recorrido hacia el Born pasando por plaza Cataluña y la avenida del Portal de l'Àngel junto al abogado Gonzalo Boye.

Al llegar a la plaza de la catedral, un mosso de paisano se ha acercado a ella y le ha pedido que la acompañara hacia un coche policial sin logotipar, a lo que Ponsatí le ha contestado mostrándole su acreditación como eurodiputada y diciéndole que tiene inmunidad. El agente le ha pedido reiteradamente que la acompañara hasta el vehículo y, finalmente, Ponsatí ha accedido.