Irene Lozano, número cinco en la lista electoral del PSOE de cara a las elecciones madrileñas del próximo 4 de mayo, atiende a ElPlural.com minutos después de que la candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, haya reventado el debate de la Cadena Ser al poner en duda la veracidad de la carta amenazante con cuatro balas que recibió este jueves su homólogo de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. “Es un punto de inflexión en la campaña”, asegura la dirigente socialista. “Hay una derecha extrema y asalvajada que quiere romper la democracia. Está en juego que el odio llegue a presidir la Comunidad de Madrid”, advierte.

Frente a ese discurso del odio representado por Monasterio, pero también por Isabel Díaz Ayuso, Lozano reclama la unidad de la izquierda. “Creo que hay una alternativa que pasa por que, quienes estamos en contra del odio y quienes queremos impedir que el odio gobierne la Comunidad de Madrid, gobernemos juntos”, subraya. “Con Más Madrid dentro del Gobierno y con el apoyo de Unidas Podemos”, matiza la expresidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD).

Una posibilidad, la de gobernar la Comunidad de Madrid, que ve más cerca que nunca: “Lo tenemos al alcance de la mano”. “Creo realmente que es posible. Por primera vez en 25 años es posible que haya un gobierno alternativo, un gobierno limpio, un gobierno decente, que combata contra la corrupción y que apueste por la regeneración institucional”, apunta, destacando que para que se dé ese cambio es vital que “se movilice la gente contra el discurso del odio”.

Asimismo, se muestra muy crítica con la gestión de la pandemia por parte de la presidenta madrileña, Díaz Ayuso. “El balance es francamente nefasto. Ella ha pretendido falsear el dilema de salud y economía y el resultado es que tenemos un porcentaje de fallecidos, de ocupación en UCIS y de contagios más elevado que en otras CCAA y de manera sistemática. Pero es que además no tenemos mejores datos económicos. El PIB de Madrid está entre los tres que más han caído de España, junto con Canarias y Baleares que viven exclusivamente del turismo”, expone.

Por otra parte, también explica el motivo que le llevó a cambiar la Presidencia del CSD, uno de los puestos más codiciados en la política española, para embarcarse en esta aventura con un futuro tan incierto. “En estas elecciones es muy necesario que todos pongamos la carne en el asador. La idea de impedir que el discurso de odio de la extrema derecha tome asiento en el Gobierno de la Comunidad de Madrid, como demócrata me parece que es una de las mejores causas a las que te puedes dedicar”, manifiesta.

Un CSD que ahora se enfrenta a los restos que ha dejado el huracán de la fallida Superliga. En este sentido, pese a que matiza que no quiere interferir en el trabajo de su sucesor, José Manuel Franco, señala que “el fútbol no se puede convertir en una actividad de un puñado de clubes ricos que hacen una liga cerrada que rompe la lógica deportiva”.

Por último, se defiende de las críticas que ha suscitado su fichaje, después de su pasado por UPyD –donde coincidió con Toni Cantó-, pero subraya que su máxima prioridad es “evitar a toda costa que Ayuso y Monasterio, vis a vis, gobiernen en la Comunidad de Madrid”.