Este martes 12 de febrero se cumplen 14 años del siniestro incendio del edificio Windsor de Madrid. Siniestro tanto por trágico como por el oscurantismo y el misterio que lo envolvieron. El origen de las llamas es aún desconocido. Muchas son las incógnitas y, en consecuencia, muchas las conspiraciones. Las sombras que se pudieron ver en una de las ventanas durante el incendio, un butrón, la relevancia de los documentos quemados… Un auténtico cóctel para los confabuladores. Con este escenario como telón de fondo, Moncloa.com ha publicado unas informaciones en las que vincula el incendio con los trabajos que el entonces presidente del BBVA (ahora presidente de honor) Francisco González (FG) encargó al comisario retirado José Manuel Villarejo.

Desde el principio se barajó la hipótesis de que el incendio fuera provocado. Pero no era más que eso, una hipótesis. Lo que sí era seguro era que las oficinas centrales de la auditora Deloitte se encontraban en ese edificio y que la misma poseía documentación que podría comprometer a FG.

Concretamente, tendrían papeles que demostrarían, supuestamente, que hubo un desfase contable de 757 millones de pesetas de la época (4,5 millones de euros) en la venta de la firma FG Valores a Merril Lynch en el año 1996.

Estas presuntas irregularidades fueron denunciadas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Posteriormente, tras su archivo en la CNMV, el asunto pasó a manos de la Fiscalía Anticorrupción. Lo llamativo en este punto es que el Ministerio Público le requirió la documentación sobre la auditoría de la venta de la firma FG Valores y Deloitte confirmó que el archivo documental solo existía en papel y se quemó durante el incendio.

"Acción final"

Lo que no se sabía entonces y parece relacionar a FG con el incendio, según Moncloa.com, es que Villarejo fue contratado como espía por el BBVA. Según un documento desvelado por el citado diario, en uno de los papeles del excomisario figuraba una nota que decía: “Firma de Auditoría DEL”.

Moncloa.com ha publicado documentos en los que Villarejo, además de dicha nota, asegura que el trabajo se ha completado,  al tiempo que habla de una “acción final” y dice que no puede desvelar en el informe ciertas acciones por seguridad.

En uno de los informes, Villarejo escribe: “Así, el informe de Villarejo dice -respetando su puntuación y mayúsculas usadas-: “Esta sinopsis no pretende ser del todo exhaustiva, toda vez que PARTE de las ACTUACIONES realizadas y de los DATOS FACILITADOS no se han archivado por obvias MEDIDAS DE SEGURIDAD (Por ello no pueden ahora recogerse exhaustivamente).”

El objetivo de este proyecto se ha CUMPLIDO TOTALMENTE, por lo que este GIA [Grupo de Inteligencia y Análisis] ya ha FINALIZADO su cometido”, añade.

Lo que hace sospechar es que Villarejo anota en un resumen de conclusiones que entre los servicios prestados para el BBVA se incluye una “acción final” consistente en “eliminar rastros documentales de la Firma de Auditoría Deloitte”.

Dicho informe habría sido renombrado a Proyecto FG, siglas de Francisco González, y entregado el 26 de febrero de 2005, unos días después del incendio.

El misterio sobre el origen de dicho incendio continúa.