Tras un debate más movido que el del lunes, Espejo Público ha emitido una entrevista de Susanna Griso con Pablo Iglesias. La charla, previamente grabada, dejó más de un titular de este nuevo Pablo Iglesias más moderado y pausado que cuando afrontaba sus primeras elecciones. De hecho, no se ha negado a reunirse con Santiago Abascal porque hay que “tomarse un café con cualquiera”.

En el espacio que la conductora del espacio de Antena 3 abrió para entrevistar en su propia casa a los candidatos, Iglesias mostró la misma cara que dejó en los dos debates. Siempre alejado de la crispación y del exabrupto y con un tono más conciliador.

El candidato de Unidas Podemos fue preguntado por si él, al contrario que Abascal, sí se tomaría un café con el líder ultraderechista. Iglesias respondió que lo haría con el presidente de Vox “y con cualquiera”. “Cuando te dedicas a esto hay que estar dispuesto a tomarse un café con cualquiera, independientemente de la ideología de cada uno”, expuso. Cabe recordar que Abascal rehusó tomárselo con él.

Pero Susanna Griso también le preguntó por su situación personal, lo que espera de sus hijos en un futuro y lo que le depara la vida política. Iglesias ha reconocido que antes dormía todo lo que podía, aunque ahora “me levanto a las 5:30”. Estos madrugones ya tienen nombres y apellidos, los cuales los puso el líder morado por sorteo aunque, a la postre, Irene Montero decidió los nombres de los pequeños.

Asimismo, preguntado por si sus hijos cumplen el “efecto péndulo” y salen de derechas, Iglesias ha declarado que lo que le haría realmente feliz es que “sean buena gente y tomen buenas decisiones”. Por otro lado, se espera que la relación con sus hijos sea idéntica a la que ha tenido él con sus padres.

La imagen de Podemos

Pero Pablo Iglesias no se ha escondido y valorado el sendero por el que ha discurrido su partido en estos dos últimos años. Asegura que ha sentido “muchísima vergüenza” al comprobar como “nos enfrentábamos” públicamente. Reconoce que fueron encontronazos por cuestiones de visibilidad y espera que en el futuro puedan encontrarse “con los que ya no están”.  

Sobre el divorcio de Manuela Carmena e Íñigo Errejón con la formación morada, Iglesias ha declarado que deben asumir que “estamos en partidos diferentes”. En este sentido, el dirigente de Unidas Podemos ha apelado a la “madurez” para tratar asuntos de este calibre y ha lamentado que se hayan parecido a la vieja política.

Las cloacas y el poder

No podía faltar en esta conversación, por supuesto, un repaso a las cloacas del Estado y la lucha de Iglesias contra las presiones del poder establecido. Destaca que “el poder es más chungo de lo que yo me había imaginado”. Reconoce que algún ejecutivo de una empresa importante de comunicación aseguró que “iban a por nosotros” y que harían lo indecible para evitar que Unidas Podemos gobernara.

Iglesias afirma que hay político con menos poder que presidentes de multinacionales o medios de comunicación y, seguidamente, ha cargado contra el Partido Popular y las cloacas del Estado. “Es grave porque le ocurre a la democracia española, no a Unidas Podemos”, sostiene antes de afirmar que siguieron estas técnicas para "evitar que una fuerza política votada por cinco millones de personas gobernara”.

Expectativas y futuro de Podemos

El dirigente morado también ha mostrado su opinión y su confianza de cara a las elecciones del próximo 28 de abril. Ha apelado al 40% de indecisos que arrojó la macroencuesta del CIS. “Se nota que hay ambiente de campaña” y sostiene que “vamos a meter unos cuantos triples”.

Por último, preguntado por si la próxima líder de Unidas Podemos será Irene Montero, Iglesias ha asegurado que lo tendrá que decidir la militancia. No obstante, mantiene que en los próximos años, las mujeres liderarán el resto de fuerzas políticas, pero también alcanzarán las presidencias de las empresas y también en medios de comunicación. 

"Sigo pensando que es temporal, llevo cinco años, cinco más, seis más, no puede durar mucho más una carrera política a mi entender", ha añadido, para señalar que de lo contrario se convierte en una profesión. Así, ha indicado que él es profesor y que le gustaría volver a la clase.