Pedro Sánchez se reunirá con el Papa este sábado en el Vaticano. Hablarán de cosas que afectan a la Iglesia y al Estado español y es muy posible que el presidente del Gobierno traslade al pontífice una invitación oficial para visitar España.

El director de Religión Digital, Jesús Bastante, afirmaba este lunes que es probable que el Papa la acepte, porque ya adelantó que quería acudir a un país muy sacudido por la pandemia. Que es el caso.

También, porque en 2022 se celebra el aniversario -500 años- de la conversión del fundador de la Compañía de Jesús, a la que pertenece Francisco, y al pontífice le gustaría ir a Manresa ciudad en la que San Ignacio de Loyola consideró que se había producido su noviciado con las cosas del espíritu. Los cardenales Omella y Osoro han trabajado para lograr este encuentro entre ambos mandatarios.

El Papa y el Presidente compartirán ideas sobre la situación internacional, sobre la crisis provocada por la pandemia, y la acciones en común que se requieren. Abordarán también la reforma educativa, la eutanasia o las modificaciones que se pretenden introducir en la ley del aborto, además de asuntos económicos relativos a la Iglesia en España. Cabe asimismo que se refieran a la Ley de Memoria Histórica. Temas que previamente habrán tratado la ministra de Asuntos Exteriores y el secretario de Estado vaticano.
 
Pedro Sánchez continúa en la línea de hacer suyas con toda naturalidad y el mejor sentido de gobernante, una serie de tareas de fondo que la derechona añade a su arsenal de agravios para arrojar dardos envenenados contra el Gobierno. Primero, fue el acoso con el asunto de la presencia o no del Rey en un determinado acto, pero quedó claro que el actual presidente es el que más ha acompañado a Felipe VI en dos años, aunque  el monarca es para el PP y asociados su asunto personal e intransferible.

Ahora, con esta reunión en Roma, el furor de los de Casado puede alcanzar cotas impensables. A fin de cuentas, resulta que el Gobierno social comunista, que es tanto como decir el Gobierno de los sin Dios, va a mantener un encuentro de ese nivel y, más aun, con la pretensión de traer a Francisco a nuestro país.

Sucede, además, que el Papa acaba de publicar una encíclica, Fratelli Tutti, que casa con la visión progresista del Ejecutivo al plantear la política como un ejercicio para el bien de los ciudadanos. Un documento muy alejado de la falta de empatía con el pueblo que muestra ahora el PP y que, en todo caso, ha demostrado tener sus propias ideas sobre cómo enfocar los viajes a España del sucesor de San Pedro: La última vez que el Gobierno de Mariano Rajoy Brey, invitó a un Papa´. Aquella visita a Valencia acabó en los tribunales por presunta corrupción.