El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha enviado una dura carta al presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, en la que acusa a los obispos de apartarse del “más elemental respeto institucional” y le reprocha su "comunión política" con el Partido Popular y Vox, tras las recientes declaraciones del episcopado pidiendo un adelanto electoral a raíz del presunto caso de corrupción que involucra al exnúmero tres del PSOE, Santos Cerdán.

La misiva, ha sido recibida por la propia Conferencia Episcopal Española. "Vaya por delante, estimado presidente, el máximo respeto a sus preferencias políticas personales, así como a las del resto de los obispos españoles. No obstante, sí quiero transmitirle mi extrañeza por la afirmación de que esta petición la realizan al margen de intereses partidistas mientras reproducen de forma exacta las peticiones y argumentos de los dos principales partidos de la oposición", ha expresado el ministro.

En su carta, Bolaños también ha criticado a Luis Argüello, ya que recientemente "participó en un acto con el líder político de la ultraderecha española en el que ambos formularon idénticas críticas al Gobierno de España a la vez que coincidieron en promulgar una agenda que promueve la supresión de derechos de las mujeres, de los artistas o del colectivo LGTBI".

El ministro advierte que “no es la primera vez” que la CEE muestra una sintonía política con las formaciones conservadoras. “Basta recordar el papel preponderante de algunos de sus predecesores, junto a estos partidos, en la organización de manifestaciones contra derechos como el matrimonio igualitario o la interrupción voluntaria del embarazo”, ha subrayado en la carta.

Otro de los reproches destacados en la misiva es el silencio de la Conferencia Episcopal ante los escándalos de corrupción que han salpicado al Partido Popular. Bolaños ha afirmado que “le resultó imposible pronunciarse” sobre esos casos, en contraste con su rápida reacción tras conocerse la trama vinculada a Cerdán.

Bolaños alude al diálogo

Más allá de la crítica política, el ministro sugiere que la posición de los obispos responde a un interés por facilitar un posible cambio de Gobierno. En ese sentido, plantea que desde la Iglesia se preferiría un nuevo escenario político en el que temas como “la reparación a las víctimas de abusos clericales o la penalización de las llamadas ‘terapias de conversión’ no lleguen a ser debatidos, o no se aborden en absoluto". 

En cualquier caso, aunque el ministro ha lamentado que los obispos han "decidido apartarse de la neutralidad política y partidista e incluso del más elemental respeto institucional", ha asegurado que "el Gobierno seguirá abordando la relación entre Iglesia y Estado con pleno respeto", aunque, "lógicamente", defendiendo sus posiciones y, "sobre todo, el interés general y el de las personas más vulnerables, sobre todo en lo referente a las víctimas de abusos dentro de la Iglesia".

Finalmente, Bolaños ha reiterado al presidente de los obispos su "más firme voluntad de diálogo" sobre los asuntos "pendientes" que, según dice, abordarán "a lo largo de los dos años que quedan de esta legislatura".

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