Las medidas planteadas por la Junta de Andalucía ante la situación del Parque Nacional de Doñana y con el telón de fondo de la sequía están teniendo graves consecuencias a escala internacional. Campact, una asociación alemana, ha lanzado una campaña en la que llama a la ciudadanía a no consumir las fresas recogidas en Huelva para así no contribuir al deterioro del humedal andaluz. A esta iniciativa ya se han sumado 140.000 personas.

“España corre el riesgo de una catástrofe por sequía en uno de sus parques nacionales más importantes”, advierten en un comunicado. El responsable de la organización, Friederike Gravenhorst, ha señalado así a cadenas de supermercados como Lidl, Aldi y Edeka, las cuales están contribuyendo “indirectamente” a la desecación de Doñana, instándoles a la par a que retiren el producto con “responsabilidad”. “Es la única forma de presionar a la Junta de Andalucía”, señalan, dirigiéndose así a la Ejecutiva del ‘popular’ Juan Manuel Moreno Bonilla.

A renglón seguido, Campact también denuncia que hay empresas agrícolas que llevan tiempo bombeando agua ilegalmente en Doñana con el único objetivo de distribuir la fresa de Huelva en Alemania y otros países europeos.

Esta postura no se ha trasladado únicamente desde el ámbito de la zona euro, sino que, desde que se conoció la intención del Gobierno de Moreno Bonilla de impulsar su polémica ley de regadíos, el Gobierno central ya manifestó su desacuerdo. Las últimas palabras de la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, son muestra de ello: “Es imprescindible despejar ya cualquier duda: Moreno Bonilla debe retirar de inmediato la ley de regadíos que amenaza Doñana”, insta, haciéndose eco de la campaña alemana.


Debido a la magnitud del impacto que ha generado la campaña alemana, desde la Junta han pedido convocar una reunión “urgente” con las cadenas de distribución alemanas para defender la fresa onubense, tal y como ha anunciado la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo. A la par, ha solicitado al Ministerio de Luis Planas que acuda a la defensa de este producto, “liderazgo para anteponer los intereses del sector a los políticos” y “remar” en la misma dirección que la de los productores de frutos rojos.

En estos términos, Crespo ha recordado que el mercado alemán es el “principal” destino de los frutos rojos españoles, aportando como prueba que en la pasada campaña se alcanzó un volumen de negocio de más de 186 millones de euros, por el que llegaron a generarse más de 100.000 empleos directos a nivel productivo e industrial.

Interfresa califica de “dañino” el boicot alemán

Por su parte, la Asociación Interprofesional de la Fresa Andaluza (Interfresa) ha calificado este miércoles en un comunicado que la campaña procedente de Alemania es “insidiosa y dañina” para la comercialización de los frutos rojos a los países del entorno, así como al conjunto de los trabajadores de la industria.

Es en estos términos como desmienten que se esté bombeando agua en la zona de Doñana en grandes cantidades para realizar este proceso: “Los frutos rojos de Huelva están reconocidos a nivel nacional como internacional y garantizados por las certificaciones y protocolos más exigentes”, detallando que, para su producción, se realizan técnicas punteras que avalan el ahorro de agua.

Tanto las fresas como otras variedades de frutos rojos cultivados en Huelva constituyen el 98% de la producción de todo el país, lo que genera “un importante impulso económico”, concretamente, un 11,35% del PIC en la provincia andaluza y que otorga 160.000 empleos directos.

Precisan, a la par, que en el Parque Nacional de Doñana no hay cultivos como tales, dado que las fincas más cercanas se encuentran a 35 kilómetros de distancia de la zona natural protegida.

Ante el complejo escenario que se plantea actualmente, desde Interfresa adelantan que el sector entablará conversaciones con los distintos distribuidores de las fresas “para aclarar la falta de rigor de esta campaña”, insistiendo en que la información que se difunde desde Alemania es falsa.

La ley del PP y el desgaste de Doñana

La proposición de ley de regadíos planteada por el Gobierno popular andaluz, con el visto bueno de Vox, y que aún continúa en tramitación parlamentaria, afectaría a la Corona Norte de Doñana pese a su grave estado debido a la escasez de precipitaciones de los últimos tiempos y del calor que en esta zona de España atiza con más fuerza.

No obstante, fue el pasado 4 de mayo cuando, con el telón de fondo de las críticas, no solo desde el Gobierno central, sino también desde Bruselas y la UNESCO, Moreno Bonilla decidió congelar la tramitación parlamentaria de su proposición legislativa ante las elecciones municipales y autonómicas de este recién domingo 28 de mayo.

En aquel momento, el presidente ‘popular’ se abrió a “retirar” la norma siempre y cuando desde Moncloa se ofreciese una alternativa válida: “No podemos retirar nada hasta que no haya una alternativa”, insistió. Por su parte, y desde el primer momento, la ministra Ribera se ha mostrado tajante y ha seguido con las directrices de Europa en todo momento: “Tan pronto tengamos un marco legal y compatible con el derecho europeo, podemos hablar de lo que se quiera, pero no negociaremos ilegalidades”, sentenció.

Llegados a este punto, cabe rememorar cuáles fueron las posiciones adoptadas ante este respecto fuera de las fronteras españolas. En palabras de Virginius Sinkevicius, comisario de Medio Ambiente europeo, la ley de regadíos andaluza podría “deteriorar” el preciado humedal pudiendo provocar “efectos desastrosos” en el mismo. En la misma línea, las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) manifestaron su preocupación hace una semana atrás sobre el deteriorado estado de Doñana, entorno perteneciente al Patrimonio de la Humanidad desde 1980. El Comité del Patrimonio Mundial en su última visita -en enero de 2021-, advirtió en su momento de la evidente ausencia de cientos de aves acuáticas en el espacio natural y, en su próxima reunión de septiembre, evaluarán la situación de conservación y las medidas necesarias que se deberían poner en marcha para paliar los efectos del cambio climático.