El expresidente del Gobierno Felipe González ha cargado duramente este viernes contra el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont durante un acto celebrado en el oratorio de San Felipe Neri de Cádiz (lugar donde se promulgó la primera Constitución española). “Nadie es capaz de hacer más el ridículo que Puigdemont”, ha declarado el exdirigente socialista.

Unas palabras con las que González ha pretendido replicar a Puigdemont, quien este viernes aseguraba que “España nunca pierde la oportunidad de hacer el ridículo” en su salida de la prisión de Bancari, en Sàsser (Italia).

No obstante, pese a la dureza con la que se ha referido a González, el expresidente del Gobierno ha abogado por mantener el diálogo “con el Gobierno independentista y con la sociedad catalana” para resolver el conflicto, pero dentro del “marco legal”: “Aquí hace falta política, pero política dentro de la Constitución”.

En este sentido, González ha señalado que si no se quiere judicializar el conflicto catalán “no se pueden incumplir las reglas del juego”, en alusión a un referéndum de independencia.

Críticas al PP por su bloqueo a renovar el CGPJ

Por otra parte, el expresidente del Gobierno también ha cargado contra el Partido Popular por su negativa a desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En concreto, González ha destacado que le “irrita más" que los que incumplen la Constitución sean "los que la defienden”.

“Les ruego que hagan el ejercicio de mostrar que para defender una norma hay que cumplirla”, ha subrayado González, quien ha asegurado que con esta negativa el PP se estaría situando “en el terreno” de Puigdemont.

“No parece lógico que un partido como el PP que se autoproclama constitucionalista no cumpla con la ley”, ha reprochado a los populares González.

“La política se ha vuelto mucho más crispada”

Por último, el expresidente del Gobierno también ha criticado la política actual, que ha definido como “de trincheras” y “mucho más crispada”. “El insulto gratuito es una crispación innecesaria de la convivencia, y hay un fenómeno peculiar que se contamina a los medios: la política de trincheras y de radicalización hacia los extremos sólo sirve hacia los extremos, y no es problema de cuántos votos tenga uno u otro, sino cuánto afecta esa crispación a quienes tienen que tomar decisiones que afectan a todos”, ha reflexionado el exdirigente socialista.

“Hace mucho tiempo que estamos en la política de trincheras, yo no quiero política de trincheras, quiero política del entendimiento”, ha sentenciado.