El todavía presidente de la Xunta de Galicia y único candidato a alzarse con la presidencia del PP en el próximo congreso nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo, ha decidido empezar su gira por todas las regiones de España para pedir el voto en Valencia, tierra de antiguas mayorías populares y sede de la última convención de la formación. De aquello hace únicamente cinco meses, y, aunque el mensaje suena parecido, el organigrama se ha transformado por completo: “España necesita a Pablo Casado como presidente”, decía entonces Carlos Mazón, líder del PP en la Comunidad Valenciana. “Planeado en Santiago, arrancado en Valencia y con final en La Moncloa”, ha repetido este viernes el valenciano en referencia a la candidatura de Alberto Núñez Feijóo.

Sin hacer mención al líder caído, responsable del ascenso de Mazón en la Comunidad Valenciana y traicionado desde que las quinielas empezaron a torcerse, el presidente del PP en la región que ha acogido el pistoletazo de salida a una gira por todos los rincones de España ha agradecido la valentía y la responsabilidad de Feijóo para volver a impulsar las energías de un partido “unido, fuerte, que vive un momento de muchísima ilusión renovada”. “El próximo Congreso Nacional de Sevilla tiene la significación del paso que has dado, y te quiero dar las gracias en nombre de toda mi comunidad. Es un gran paso desde la responsabilidad, desde la visión de España, desde la visión de Gobierno, desde ese espacio de encuentro, diálogo y ambición que es el PP”, ha proseguido Mazón, que no ha querido dejar pasar la oportunidad de pedir soluciones para el “infierno fiscal” que todavía persigue a la Comunidad Valenciana, para la huerta, para los pescadores, para la cerámica.  

Finalizado su discurso, que se prometía breve pero ha sonado repetitivo y demasiado largo para resistir a las incongruencias del realizado hace cinco meses en la plaza de toros de Valencia, ha llegado el turno de Núñez Feijóo: “Gracias por acompañarme en este periplo que inicio voluntariamente en esta comunidad autónoma. Lo que necesita esta tierra es tener a Carlos Mazón como presidente. Vamos a trabajar, querido Carlos, porque no sabemos hacer otra cosa. Nos han enseñado a que las cosas no se regalan, que el esfuerzo y el tesón merecen la pena. Heredar o vivir a costa de los demás, dejando pufos a los que vengan, son cuestiones que no tienen cabida en nuestro partido”, ha explicado el gallego, quien, teniendo en cuenta los azares del calendario y el contexto geopolítico, ha querido acordarse “de las personas que están siendo asesinadas en Ucrania y de aquellas que un 11 de marzo de 2004 perdieron la vida por culpa del terrorismo”.

La economía, sostén de un discurso perfectamente diseñado

Sin eslóganes vacíos de contenidos, sin mensajes reutilizables en las redes, sin populismo desestabilizador, con datos. Esta es la voluntad de Alberto Núñez Feijóo, quien hace suya la guía de política para adultos que el expresidente Mariano Rajoy está tratando de colocar en las librerías de todo el país: “Todo el mundo está preocupado y espera respuestas y certezas, no así discursos, tuits, ni selfies. Esto no va de tuits. El no vamos a dejar a nadie atrás es otro eslogan que acredita la frivolidad de la política española. Vivimos un momento de extraordinaria importancia económica, social e institucional”, ha explicado el candidato.

“Desde el punto de vista económico no hemos sido capaces de reactivar la economía que más ha sufrido de toda Europa y la segunda que más ha bajado el PIB de todo el mundo, solo por detrás de Argentina”, ha proseguido, reconociendo el nulo enganche en términos de comunicación política de su discurso (“la gestión puede sonar aburrida”) y dejando patente que su programa, su forma de proceder y su planteamiento para España será puesto en pie sobre la experiencia y la escucha activa. “Nuestra situación nacional es límite y el panorama internacional lo ha agravado. Desde el punto de vista social las heridas de la pandemia no se han curado, la inflación sigue ascendiendo de forma constante por encima del 7%. Hay una angustia que se palpa en la calle, en las empresas, en los autónomos”, ha indicado.

Además, el presidente de la Xunta ha lamentado que con la grave situación que atraviesa nuestro país, fruto de una guerra que está revolucionando los mercados y haciendo ascender, aún más, la inflación, que ya estaba disparada antes de que Putin decidiese que sus tropas pisasen suelo ucraniano, se dedique a priorizar “su propia supervivencia”: “Cuando uno está para estar y no para gobernar, inmediatamente se convierte en un lastre. Somos un país irrelevante en la esfera internacional. Por eso los españoles reclaman una alternativa, pero no cualquiera, sino una sólida, solvente, creíble”.

Gestión, estabilidad y mayorías

Tal y como hizo cuando anunció su candidatura en Santiago de Compostela, antes de reunir los más de 55.000 avales que acreditan el respaldo mayoritario del partido, Alberto Núñez Feijóo ha explicado los motivos que le han llevado a, ahora, y a diferencia de lo sucedido en 2018, dar el paso de presentarse para liderar el PP: “España vive uno de los momentos más complejos de nuestra historia reciente. Yo no puedo quedarme quieto ni callado. Ante esta realidad vengo a deciros que estoy a disposición, por este orden, de España y de nuestro partido. ¿Por qué? Porque considero que es mi deber, porque la nación española con todos sus territorios, lenguas, sentimientos y diversidades es la más antigua del mundo junto a Francia. Por eso estoy convencido de que nuestra responsabilidad es indelegable”.

Posteriormente, el dirigente gallego, consciente de que estas semanas para pedir apoyos responden al cumplimiento de unos plazos y no a una rivalidad que pueda acabar negándole el puesto pretendido, ha lanzado su proyecto de país, vertebrado en tres ejes principales: gestión, estabilidad y mayorías. “Cuando los empresarios o los transportistas no cubren costes esperan que alguien gestione. Es lo mismo que necesita un autónomo, una familia, un marinero o un agricultor. Por eso estoy aquí. Quiero gestionar España porque los españoles lo necesitan”, ha arrancado.  

“Cuanta más inestabilidad, más opciones tienen de estar en el Gobierno. Es posible alcanzar un Gobierno que funcione en España, que ilusione tomando decisiones difíciles. Cuando un político gestiona se juega su carrera política y no sestea con el dinero de los ciudadanos. Creo en la serenidad, en el sosiego y en la unidad de nuestro país”, ha añadido, para terminar reivindicando el PP de las mayorías: las cosechadas por él en Galicia y las obtenidas por José María Aznar y Mariano Rajoy en tiempos pretéritos.

Es legítimo sumar, pero yo tengo otra intención. Tengo la convicción de que nuestro partido debe aspirar a ensancharse, tiene que volver a ser el partido más grande de España”, ha indicado al respecto, pidiendo que el nuevo partido “trace su propio camino” alejado de populismos “que nacen al calor de la indignación” y de “partidos de moda que no resisten a su propio fundador”: “A veces es mejor perder el Gobierno que la razón. Hagamos la política que sale de la cabeza y no de las tripas. Con la experiencia de haber sido presidente de la Xunta durante 13 años seguidos, tengo que deciros que creo que estoy preparado para presidir el PP y, si ganamos, el Gobierno de España”, ha sentenciado.