No todas las encuestas que se realizan arrojan resultados electorales de cara a unos hipotéticos comicios para valorar la labor de los partidos. Muchas otras se encargan de dar un toque desenfadado a la creciente industria de la sociometría, como la que ha elaborado Electomanía. La web ha preguntado a los españoles sobre el líder preferido para “tomarse una caña”.

Este lunes, Electomanía ha publicado en su web dos encuestas totalmente diferentes. En una, se ha preguntado a los encuestados por una valoración de líderes al uso. En la otra, sin embargo, se ha tirado por las preferencias de los ciudadanos en cuanto al ocio con un líder político en concreto.

En este segundo barómetro, los españoles lo tienen bien claro. Se irían de cañas mayoritariamente (29,9%) con Pablo Iglesias. Pero Inés Arrimadas le sigue la estela, aunque alejada, a diez puntos del líder morado. La dirigente naranja domina en Madrid, Extremadura, Murcia e islas Canarias.

Por su parte, los ciudadanos de la franja norte del país se decantarían por Iglesias. El dirigente de Unidas Podemos y, probablemente, futuro vicepresidente del Ejecutivo de Sánchez, es el predilecto en Galicia, Asturias, Pamplona, País Vasco, Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León y las islas Baleares.

En tercera posición se encontraría Santiago Abascal, que arrasaría en Andalucía, Comunidad Valenciana y Cantabria. En la cola de la clasificación se encontraría Pablo Casado, que ha cosechado un pobre 9,1%, a dos puntos de Pedro Sánchez que es penúltimo. 

El votante del PP e Iglesias

Este curioso estudio ha deslizado algunos datos curiosos, como que el 11% de los votantes socialistas se tomaría una caña con Inés Arrimadas, mientras que el 8% del electorado de Ciudadanos haría lo propio con el líder de Podemos. Sin embargo, Pablo Iglesias también triunfa entre votantes de otros partidos más dispares.

Según ha publicado Electomanía, el secretario general del partido morado causa sensación entre algunos votantes del Partido Popular, en concreto entre el 5,8% de los mismos. Este ‘pequeño’ porcentaje de los conservadores españoles se irían a tomar unas cervezas con Pablo Iglesias.