Minutos después de finalizar la comparecencia de Carles Puigdemont, expresident del Govern de Catalunya y eurodiputado de Junts, ha sido Esquerra Republicana de Catalunya quien, sin tiempo que perder, se ha sumado a sus reivindicaciones y ha pedido que el Gobierno tramite la ley de amnistía antes de una hipotética sesión de investidura de Pedro Sánchez: “Es una línea roja”, ha sentenciado Teresa Jordà.

El tiempo vuela y hay dudas legales sobre si esta tramitación es viable con un gobierno en funciones. Sin embargo, los dos partidos catalanistas con representación en el Congreso, uniendo su presente y su futuro a la ley de amnistía y el compromiso de la autodeterminación, se esfuerzan por pactar en clave catalana, buscar un encaje legal al referéndum y asegurarse que esta legislatura orbitará sobre la causa catalana.

"El presidente Puigdemont nos ha hecho evidente un marco que es lógico. Nada de lo que ha pasado por el hecho de que los ciudadanos de Cataluña votaran el 1 de octubre tenía que haber pasado. Este es el marco en el que el presidente Puigdemont ha puesto sus condiciones para entrar en lo que nosotros llevamos haciendo 4 años que es negociar. Nosotros celebramos la posibilidad histórica que nos ha dado la ciudadanía para alcanzar los retos que los catalanes necesitan la mejora del país", indicaba Jordà a las puertas del Parlamento Europeo tras el anuncio de Puigdemont.

"Esquerra Republicana ha sido muy clara en sus posiciones. Nosotros conseguimos, y vale decir solos, que el estado español reconociera, que hablaba de diferencias, pero no hablaba de la realidad. Y la realidad es que entre Cataluña y el estado español hay un conflicto político mayúsculo. Hablamos de amnistía, evidentemente. Lo hemos puesto encima de la mesa además de que en la mesa de negociación se celebre en Cataluña un referéndum para dar voluntad a la voz de los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país y a partir de ahí en el día a día temas de trenes, de Cercanías, de déficit fiscal que quiere decir mejores hospitales, mejores escuelas para los ciudadanos", expresaba al respecto restando importancia a la comparecencia de Puigdemont.

Así, ha confirmado que no empezar a tramitar una ley de amnistía "es una línea roja". "No es una novedad, lo hemos explicado por activa y por pasiva", indicaba Teresa Jordà.

Giro de Junts

Puigdemont ha hecho públicas sus exigencias de cara a facilitar la investidura de Pedro Sánchez buscando un “compromiso histórico” de los dos principales partidos españoles reconociendo el conflicto político con Cataluña para buscar una solución. De hecho, no sólo se ha referido al PSOE sino que se ha dirigido al PP y a Alberto Núñez Feijóo cuya investidura se celebra a final de mes y con quienes desde Junts abrirán una vía de comunicación con los postconvergentes.

Por ello, pone contra las cuerdas tanto a PP como PSOE: o se acuerda con los independentistas y sus exigencias o se repiten las elecciones. “No estamos hablando de un trozo para tirar adelante la legislatura. El acuerdo debe ser un compromiso histórico, como el que ningún régimen ni Gobierno español ha sido nunca capaz”, ha remarcado el expresident de la Generalitat.

Por ello, ha reclamado las que son sus exigencias al respecto para que sus siete diputados, claves para la formación de un prócimo gobierno, pulsen el botón verde y no el rojo. La primera de ellas es reconocer que el movimiento independentista es un movimiento "legítimo", identificando el elemento del conflicto que lleva activo desde el 1 de octubre de 2017. Acto seguido, piden abandonar la vía judicial y comenzar el trámite parlamentario para que se desarrolle una ley de amnistía. El plazo es corto y se tendría que presentar una proposición de ley firmada por al menos 15 diputados. Tramitado por la vía de urgencia, ya que el Gobierno no puede hacerlo al estar en funciones, puede hacer que esta norma puede llegar antes de un mes si el congreso activa sus resortes y acelera todo el plazo parlamentario.

A continuación buscan un actor externo con un relator o mediador que "medie y verifique los acuerdos y el impulso al catalán”, explicaba al respecto.

En este sentido, el expresident y ahora eurodiputado ha querido remarcar que es necesario que se especifique que la votación en el referéndum del 1 de octubre y la posterior declaración de independencia no fueron constitutivos de delito alguno como ocurrió en el juicio posterior que encarceló a varios líderes independentistas que permanecieron en España y no se fugaron. Además, Puigdemont quiere incluir “las protestas” mediante las cuales se encarceló a 'los Jordis', el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y el expresidente de la ANC, Jordi Sànchez. Ambos líderes fueron condenados a nueve años de prisión por el Tribunal Supremo por sedición.