El ciclón del 28 de mayo ha traído consecuencias que no muchos esperaban. Las especulaciones ya se disparaban tras los primeros conteos, espoleados por unos números duros para el PSOE en las municipales y refrendados por la pérdida de poder territorial. Todo ello, en un caldo de cultivo que se cocinaba a fuego lento hasta diciembre, cuando tendrían lugar las generales. Sin embargo, el presidente del Gobierno ha dado un rápido golpe de timonel y ha anunciado la disolución de las Cortes y, por ende, la posterior convocatoria de elecciones para el próximo 23 de julio.

No había analista que pudiera prever en primer término un escenario de elecciones anticipadas, pero así ha sido. A primera hora de la mañana, los primeros movimientos. En Ferraz retrasaban el inicio del cónclave de la Ejecutiva Federal para las 12:00 horas, suspendiendo así la comparecencia de la portavoz socialista, Pilar Alegría. Todo ello, aderezado con un anuncio de declaración institucional del Palacio de La Moncloa, donde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se dirigió a todos los españoles tras un “despacho” con Felipe VI en el que ha comunicado la decisión de convocar un Consejo de Ministros esta misma tarde para disolver las Cortes Generales y proceder a la convocatoria electoral.

Sánchez lo ha hecho a través de una declaración, sin preguntas y muy escueta, pero con la que ha pretendido dar un golpe de efecto tras el castigo sufrido en las urnas. El jefe del Ejecutivo consigue reposar el foco mediático sobre esta nueva perspectiva electoral, en lugar de en los resultados de este pasado 28 de mayo. Sin embargo, a pesar del riesgo que comporta la jugada, ha seguido adelante, lanzando un mensaje de manera subrepticia a las formaciones a su izquierda: o se organizan y zanjan las batallas o les pillará el toro.

De este modo, aglutinaría, a juzgar por la jugada en sí, el voto útil en torno a sí mismo. Además, al fechar las elecciones para el próximo 23 de julio, le servirá para poner al Partido Popular entre la espada y la pared; pues Génova estará en periodo de negociación de acuerdos con Vox, ya sea en Ayuntamientos (aunque en estos no hay repetición electoral y gobierna la lista más votada en segunda vuelta) o en Comunidades Autónomas. Tacticismo puro en Moncloa. Con todo, en ElPlural.como preguntamos a nuestros lectores qué opinan sobre el adelanto electoral.

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