Esta crisis está sometiendo a examen a todos los grupos políticos del arco parlamentario. Al Gobierno se le exige diligencia y transparencia en la gestión. A la oposición, lealtad institucional para alcanzar consensos que faciliten la vuelta a la normalidad y que la pandemia afecte en los menores términos posibles al futuro del país, tanto socialmente como económicamente.

Sin embargo, más allá de prometerse lealtad con cierta asiduidad en redes sociales, se observa como los grupos políticos aprovechan cada momento en el que tienen la oportunidad para lanzar una crítica a sus homólogos. Actitudes que han sido sometidas a escrutinio por la empresa demoscópica Sigma Dos, que ha publicado este martes una encuesta en la que se muestra que la mayoría de la ciudadanía abrazan al PSOE y PP haciendo perder escaños al resto de partidos.

Los españoles aplauden la gestión del Ejecutivo frente a esta pandemia nueva. Una crisis de la que, según sostiene esta encuesta, el Gobierno saldrá reforzado. Especialmente el PSOE, que crecería hasta los 135 escaños si se celebraran unas elecciones. También sube el PP, aunque su subida es ligeramente inferior, pasando de los 89 escaños a los 103.

Paralelamente, el resto de grupos del arco parlamentario caerían abruptamente. Especialmente dolorosos serían estos comicios para Unidas Podemos y para Ciudadanos. Los morados bajarían de los 35 diputados a los 26, experimentando un retroceso abismal y una cesión del voto hacia el PSOE. Ciudadanos prácticamente desaparecería. El efecto Arrimadas es insuficiente por el momento, y la travesía por el desierto de los naranjas se agravaría cayendo de los diez asientos en la Cámara Baja a los tres.

Finalmente, la extrema derecha tampoco saldría ganando de uso nuevos comicios. Su estrategia frontal y sus continuos exabruptos provocarían una reducción de votantes importante. Los de Abascal aguantarían las tercera posición pero caerían hasta los 40 diputados.