Hace ya cuatro meses que Toni Roldán abandonaba Ciudadanos y desencadenaba una crisis tremebunda para Albert Rivera. Sin embargo, su figura continúa sobrevolando la sede del partido. Pese a admitir que dejaba la política, lo cierto es que el exdiputado liberal no se dio de baja de la formación y continúa como militante, por lo que podría regresar a la primera línea para suceder al actual dirigente de la fuerza centrista.

La sombra de Toni Roldán es alargada y, según cuenta Vozpópuli, siembra de nerviosismo el complejo terreno en el que se ha convertido Ciudadanos. La cúpula del partido recela de Toni Roldán y sospecha que podría intentar un asalto al trono si en las elecciones del 10 de noviembre se produce un batacazo tal y como pronostican las encuestas.

El 24 de junio de este año, Toni Roldán abandonaba su puesto en la Ejecutiva de Ciudadanos y renunciaba a su acta de diputado por discrepancias con el sendero tomado por la cúpula del partido y, por supuesto, su ‘no es no’ a Pedro Sánchez pese a tener medios para condicionar un gobierno socialista.

Representa una corriente a la que el propio Roldán puso voz y cara con su dimisión y no sería descabellado pensar en su regreso. De hecho, el exdiputado reconoce a Vozpópuli, que paga religiosamente las cuotas de militancia y es precisamente este hecho el que despierta las suspicacias en la dirección nacional del partido. Sobre todo, cuando el think tank para el que trabaja puede influir en los partidos.

Su condición de afiliado dentro del partido le permitiría aspirar a suceder a Albert Rivera tras el 10 de noviembre. Si se cumplen los pronósticos que aventuran las encuestas, tras las elecciones, Toni Roldán podría presentarse a unas primarias dentro de un partido cada vez más dividido en los estamentos más bajos, los cuales no puede blindar el líder naranja.

Los requisitos para luchar por la sucesión del partido son muy fáciles de cumplir. En caso de primarias, se exigiría a los candidatos estar al corriente de pago y tener una antigüedad mínima de seis meses. Dos condiciones que, por supuesto, aglutina el que fuera responsable económico del partido liberal.