Luis Segura, autor de Un paso al frente. Foto: Ed. Tropo



Sin novedades en el frente. Así se podría resumirse la situación actual en la que se encuentra el teniente Luis Gonzalo Segura. Este joven militar del Ejército de Tierra podría ser arrestado e incluso perder para siempre su trabajo. El delito no es otro que publicar la novela Un paso al frente, en la que se relatan abusos y venganzas en los cuarteles, corruptelas de altos mandos militares y la indefensión a la que muchas veces se encuentra sometida la tropa.

¿Un éxito demasiado caro
Editada por Tropo, Un paso al frente está siendo todo un éxito literario. En apenas unos meses Gonzalo Segura ha vendido más de 10.500 ejemplares y la próxima semana llegará a las librerías la cuarta edición de su novela.  Pero este éxito de lectores y crítica podría salirle demasiado caro. En principio, este viernes un tribunal militar debía pronunciarse sobre el tiempo exacto que Gonzalo Segura sería internado en un centro disciplinario. Una decisión que finalmente ha sido aplazada, pero que obviamente sigue condicionando el futuro más inmediato del militar.

Su futuro en manos de  “trileros”
“De momento no ha sucedido nada. Vamos ganando tiempo, pero en el fondo es retrasar un poco lo inevitable”, lamenta Luis Gonzalo a ELPLURAL.COM. Convencido de que intentarán buscar el último resquicio para expulsarlo del ejército, este teniente incluso contempla la posibilidad de que la sanción vaya más allá de la falta grave y le imputen un delito por el que se enfrentaría a seis años de cárcel.  Será la Justicia militar quien tenga la última palabra. Algo que no consuela en absoluto a Luis Gonzalo: “Es como sentarse delante de unos señores trileros”.

Portada del libre Un paso al Frente. Ed. Tropo



La Justicia militar
En este sentido, recuerda que “hace poco, a un soldado le han condenado a seis meses de cárcel por llamar franquista a un coronel. Sin embargo, el teniente coronel Ayuso llamó bastarda a la constitución y renegó del Rey en Intereconomía y quedó absuelto”. Memorable también es el caso de Antonio Tejero Díez, hijo de uno de los golpistas del 23-F. El pasado mes de mayo, un juez ordenó su readmisión en la Guardia Civil pese a haber celebrado en un cuartel una comida en la que se homenajeó a su padre y a varios de los golpistas.

Preguntas sin respuesta
“El problema no es que celebrase una paella, sino cuántas paellas como estas se celebran en acuartelamientos dependientes del ministerio de Defensa, quién las pagas, si hay militares ejerciendo de camareros, y si el dinero de la paella sale del bolsillo de los ciudadanos”, argumenta Luis Gonzalo.

Mucho en juego
Pese al calvario personal y profesional por el que está pasando, el joven autor comprende el malestar que su novela ha podido generar entre los altos mandos del Ejército. “Se están jugando sus salarios, sus campos de golf, sus clubs militares, sus playas privadas, sus viajes a Europa… se están jugando mucho”, enfatiza tras recordar que en la novela se habla de desfase presupuestarios en la compra de combustible, comida, equipos informáticos o armamento. 

“No me arrepiento de nada”
Sea como fuere, Luis Gonzalo quiere dejar claro que “volvería a escribir Un paso al frente”, relatando una y mil veces los “privilegios que ostentan unos señores que están malgastando los recursos de los ciudadanos”. Tanto es así que el autor aprovecha los últimos instantes de su conversación con ELPLURAL.COM para mandar un mensaje directo a la casta militar: “No tengo ningún motivo por el que arrepentirme y desde aquí les digo que me encierren donde quieran: en una mazmorra, en la cárcel, donde ellos precisen. Pero estoy contando lo que todos los militares saben. No tengo nada de lo que retractarme”.