A pesar de que Santiago Abascal y dirigentes de Vox están aprovechando el caso de Íñigo Errejón para clamar contra Sumar y lo que consideran la controversia de la izquierda, que a su parecer “suelan violadores y pederastas por las calles y encubren cuando son de su partido”, el relato se les termina cuando mantienen en sus filas a un condenado por violencia machista. Se trata de Carlos Flores Juderías, diputado de Vox en el Congreso de los Diputados, que fue en 2002 condenado por violencia de género contra su exesposa.
Carlos Flores fue condenado a un año de prisión por vejar y coaccionar a su exesposa, con expresiones como “puta, ladrona, secuestradora de niños, más que ladrona, te voy a estar jodiendo toda la vida hasta que te mueras y acabe contigo, ladrona”. Esto lo profirió a las puertas del colegio de los hijos comunes el 25 de enero de 2001, tal como se señala en la sentencia condenatoria.
Pero no fue lo único que le dijo a su exmujer. “Qué, ¿no puedo hacerlo?, ¿molesto?, imbécil, cuida a tus hijos, ladrona, ¿te falta dinero? ¿no te paso bastante? mantenida, que vives a costa de tus hijos, ¿no te da vergüenza?...”, gritó en otra ocasión según el texto.
Fue en 2002 cuando la Audiencia de Valencia ratificó la condena al dirigente de Vox por un delito de violencia psíquica habitual y 21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones injustas desde el año 2000. Flores presentó un recurso negando el daño infligido a su exmujer alegando que esta carecía de lesiones psíquicas, pero la justicia lo desestimó.
Según la sentencia, acosó a su expareja durante meses, también en presencia de sus hijos, llegando a proferir insultos y amenazas en repetidas ocasiones. Flores no solo acosaba verbalmente a su exesposa bajo el balcón de su vivienda y en la entrada del colegio de sus hijos, sino que también la intimidaba siguiendo a la familia por la calle y dirigiendo insultos al abuelo materno de los menores.
El informe psiquiátrico de la víctima de Carlos Flores aseguró que esta no presentaba “un proceso psicótico alienante” pero sí sufrió “una separación matrimonial desde hace casi dos años, traumática y muy conflictiva, por lo que ha presentado un cuadro de adelgazamiento, ansiedad e insomnio” que mejoraron “con tratamiento médico, apoyo de su familia y, sobre todo, al marcharse a Barcelona con su familia”.
A su vez, señalaba que la mujer tenía “temor a su exmarido, baja autoestima” y, cada vez que tenía que acudir a la ciudad de Valencia tuvo “problemas de ansiedad por la alta conflictividad con su exmarido y los comentarios de su entorno social”.
Por todo ello, la condena incluía 42 fines de semana de arresto domiciliario por las 21 faltas de vejaciones, una pena de inhabilitación de un año para ser elegido por sufragio pasivo, la prohibición de acercarse a la víctima durante tres años y una indemnización por responsabilidad civil de 6.000 euros.
Flores, dando lecciones en el caso Errejón
Pese a este negro pasado del diputado de Vox, éste se atreve a dar lecciones en el caso que involucra a Íñigo Errejón. El dirigente ultra ha acusado a Sumar, rostros de Más Madrid y periodistas de encubrir el caso del exportavoz magenta: “Lo sabía Yolanda, lo sabía Loreto, lo sabía la Pardo de Vera, y lo sabía la Fallarás; lo sabía todo Sumar y lo sabía toda la prensa madrileña… Lo sabías también tú, Verónica Fumanal, ¿y preferiste mirar a otra parte? ¿O eres la única que no te enteraste porque estabas demasiado ocupada desempolvando recortes de periódico de hace un cuarto de siglo?”.
A través de las redes sociales, Flores también ha señalado que se abstendrá “sobre la vida sexual de nadie mientras esta no alcance relevancia penal”. “Pero sí que opinaré acerca del modo de hacer ‘periodismo’ de algunas opinatrices como la que ahora nos ocupa”, ha señalado.