El PNV revalidaría su primera posición en las próximas elecciones al Parlamento vasco del 5 de abril al lograr entre 31 o 32 escaños, tres o cuatro más que los que obtuvo en 2016. Además, conseguiría un Gobierno Vasco con una mayoría absoluta holgada si repitiera coalición con el PSE-EE, que aumentaría su presencia en la Cámara en dos o tres representantes (hace cuatro años tuvo nueve), según la encuesta de intención de voto de EiTB Focus.

Los socialistas, con once o doce asientos, arrebatarían la tercera posición a Elkarrekin Podemos, que perdería los mismos asientos que ganaría el partido de Idoia Mendia. La coalición morada consiguió en las anteriores elecciones once parlamentarios y se quedaría con ocho o nueve.

La segunda fuerza política seguiría siendo EH Bildu con entre 17 y 19 escaños, lo que podría suponer perder o ganar uno, ya que en 2016 logró 18. Estos comicios autonómicos supondrían una importante bajada del PP, que pasaría de nueve a cinco o seis parlamentarios (los dos actuales de Gipuzkoa los perdería).

Ciudadanos y Vox no lograrían ningún escaño tampoco el 5 de abril. No obstante, la formación de Santiago Abascal se favorecería de la bajada de votos de la formación naranja. Mientras que Vox obtuvo en 2016 el 0,1 de porcentaje de sufragio, la encuesta apunta que en los próximos comicios conseguiría el 2,1%. Por su parte, Cs pasaría del 2 al 0,7%.

El PNV aumentaría en algo más de tres puntos el porcentaje de voto (del 37,6 al 40,9), mientras que EH Bildu lo haría en un punto (de 21,3% al 22,6%), y el PSE-EE pasaría del 11,9 al 15,4%. En el caso de Elkarrekin Podemos y del PP el porcentaje baja. La coalición morada, que logró en 2016 el 14,9 de los sufragios, lograría el 11,2, y los populares del 10,2% descendería al 7,2%.

La participación de las elecciones autonómicas del 5 de abril subiría diez puntos con respecto a las elecciones de 2016 (60,02%) y llegaría al 69,2%.

La encuesta realizada por la empresa Gizaker para EiTB ha consistido en entrevistas realizadas con teléfono a 1.200 personas residentes en la Comunidad Autónoma Vasca (400 en cada uno de los tres territorios históricos), entre el 31 de enero y el 4 de febrero, días antes de que el Lehendakari, Iñigo Urkullu, anunciara el adelanto de los comicios al 5 de abril. El error muestral es de 2,83%.

Álava

Álava es el territorio donde más subiría el PNV. La candidatura de Iñigo Urkullu sumaría uno o dos escaños. De esta forma, los jeltzales podrían pasar de ocho a nueve o diez representantes, y de un porcentaje de voto del 34,4% al 28,2%.

EH Bildu desplazaría al PP de la segunda posición --que quedaría relegado como cuarta fuerza--, con una subida de tres puntos y pudiendo ganar un escaño. La coalición soberanista puede quedarse con cinco parlamentarios u obtener seis, con un 20,8% de los sufragios frente al 17,9 de 2016.

El PSE-EE se situaría como tercera fuerza política, logrando un escaño más, con lo que se quedaría con cuatro, y dos puntos más (de 13% al 15,3%). El PP caería a la cuarta posición, y dos parlamentarios y seis puntos. De esta manera, los populares pasarían de tener cinco asientos a tres, y del 18,6% de los votos al 12,5. Por su parte, Elkarrekin Podemos pasaría de cuatro a tres representantes y perdería cuatro puntos, del 16,2 al 12,2%.

Vizcaya

El PNV volvería a ganar en Vizcaya, igual que en 2016, aunque lograría 12 parlamentarios, uno más y, en intención de voto, lograría el 44% frente al 42,1% de 2016. EH Bildu, con un porcentaje del 19,9% de sufragios (17,6% en 2016) se mantendría como segunda fuerza, con los mismos cinco escaños. El PSE-EE arrebataría a Elkarrekin Podemos la tercera posición y lograría tres o cuatro representantes (3 en 2016), con un apoyo del 14,3% frente al 11,7% de hace cuatro años.

Elkarrekin Podemos bajaría a la cuarta posición y perdería un representante, de manera que se quedaría con tres, al pasar de un 14,9% a un 11,3% en intención de voto. El PP podría perder un escaño a favor del PSE-EE, de manera que obtendría uno ó dos, con el 7,1% de los votos frente al 9,7% de hace cuatro años. 

Guipúzcoa

En Guipúzcoa, el PNV obtendría 10 escaños, uno más, y subiría cuatro puntos (del 34,3% al 38,5% de los votos). EH Bildu podría perder un parlamentario, con lo que podría quedarse con siete, ya que en 2016 logró ocho, y también un punto (del 28,8 al 27,8). El PSE-EE pasaría a ser tercera fuerza política, que antes fue Elkarrekin Podemos, con cuatro representantes, uno más. En porcentaje de sufragios pasaría del 11,8 al 14,3.

La coalición formada por Podemos, Ezker Anitza-IU y Equo bajaría a cuarta posición, y podría perder un escaño, es decir, mantendría los tres actuales o se quedaría con dos. Bajaría en porcentaje de voto del 14,3 al 10,7.

Por su parte, el PP guipuzcoano, hasta ahora liderado por Borja Sémper (que ha abandonado la política), desaparecía de la Cámara vasca, al quedarse sin sus dos escaños actuales (del 7,2% bajaría al 5%).

Valoración de líderes

El Lehendakari y candidato del PNV a la reeleccion, Iñigo Urkullu, es el líder mejor valorado con una nota de 6,3. Maddalen Iriarte, la candidata a la Lehendakaritza de EH Bildu obtiene un 5,7, y también aprueba.

Por su parte, Idoia Mendia, la aspirante del PSE-EE a Lehendakari, obtiene un 4,7, y Rosa Martínez, la candidata del sector oficial de Elkarrekin Podemos, un 4,4. Alfonso Alonso es el peor valorado, con una nota de 2