Se llaman la 'marea granate'. Son los españoles, en general jóvenes menores de 35 años, pero no sólo, que se han visto obligados a emigrar ante la crisis y las medidas económicas del Gobierno Rajoy. Esa gente que forman lo que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, con desvergonzado desparpajo calificó eufemísticamente de 'movilidad exterior'. Y que han tomado su nombre del color de las pastas del pasaporte: 'marea granate'.

Un 'escrache' internacional
En Lima, donde está de visita, la vicepresidenta se vio 'recibida' por un grupo de esos emigrantes forzosos, una ola de 'marea granate' que le envolvieron en un escrache mientras le recordaban por un lado su propia situación..., y la de la vicepresidenta y las corrupciones en el PP y los sobresueldos: "vete para España", "corrupta", "ladrona", "sinvergüenza"..., le gritaban.


Los 'emigrantes' pedían "Carlos libertad", el sanitario encarcelado por participar en las manifestaciones del 15M, del que les informamos en ELPLURAL.COM, pero mostraban así su frustración por la situación de recortes que está provocando esta emigración forzada: "No somos delincuentes", "somos gente sin trabajo", "Sanidad universal"..., gritaban hasta que uno de los manifestantes resumió la situación: "hasta aquí te persigue (el descontento) Soraya, hasta aquí...".

Soraya de campaña
La vicepresidenta entraba en ese momento en las nuevas oficinas de ACS en Lima, donde estaba de viaje acompañada por empresarios, entre ellos el propio Florentino Pérez. Pero también dentro de lo que parece una clara campaña de promoción y 'resituación' personal ante lo que se avecina.
 

La vicepresidenta con Florentino Pérez, durante su viaje de tres días a Lima. Foto EFE

 

 


Quizás porque Rajoy acaba de convertirse en 'el viejo' de la política española ante el relevo generacional que ya se está produciendo en las demás fuerzas (Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Alberto Garzón...). Quizás porque se acerca el momento de elegir los candidatos para situar en las cabezas de ciudades y autonomías, y la alcaldía de Madrid sigue abierta.

Lo innegable es que la 'gente de Soraya' la ha comenzado a 'mover'. Que no sólo se hable de sus sobresueldos, esos que "no ha cobrado en su puta vida", pero que suman más de 500.000 euros. Y cuesta trabajo creer que son casuales los halagos en tertulias de derechas, y algunos artículos cercanos al halago empalagoso, como uno reciente del exdirector de La Razón, José Alejandro Vara, donde se insinuaba que era la mujer para el futuro de La Moncloa y se llegaban a leer frases como ésta: "La vicepresidenta ha cumplido a la perfección durante este arduo bienio con sus 'deberes' en el Gabinete (...) ha logrado evitar el naufragio y divisar, aunque aún desde muy lejos, la tierra prometida de la recuperación".