El reportaje sobre Juan Carlos y Corinna en la edición digital de 'Vanity Fair''

 



La edición estadounidense de Vanity Fair publicará este mes de octubre un extenso reportaje -ya disponible en la versión online- sobre el “laberinto” de la situación de la mMnarquía en España a raíz de la pérdida de popularidad de Juan Carlos I. La revista repasa la trayectoria vital del monarca, desde su infancia como ‘rehén’ y pupilo de Franco hasta la consagración de su imagen ante los españoles con el 23-F. El idilio con el pueblo y la bula que le otorgaron los medios se empezó a resquebrajar principalmente por tres puntos negros: los problemas judiciales de su hija Cristina y su yerno Urdangarin, la cacería en Botsuana en plena oleada de recortes en España y el hecho de que trascendiera el nombre de la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein.

“Está comportándose como un viejo tonto”
La alemana es una amiga del Rey muy especial que se presenta a sí misma como una lobbista que ha trabajado para España y que según diferentes medios estuvo durante meses hospedada en las inmediaciones de la Zarzuela en una lujosa casa reservada para invitados. El principal interés del reportaje es que su autor, Bob Colacello, reconstruye la delicada situación del Rey y su relación con Corinna a partir de testimonios de su entorno, como el de un acomodado miembro de la jet set que aseguraba que el monarca “está comportándose como un viejo tonto” y “ella sabe muy bien cómo utilizarlo”.

Corinna asegura que no ha pisado España este año
Pero entre los testimonios recogidos destaca el de la propia Corinna, que contactó directamente con la revista para hacerles llegar sus palabras cuando se enteró de la elaboración del reportaje. Explica que desde diciembre de 2012 no ha vuelto a España y “no tengo planes de volver” porque “no sería ni apropiado ni inteligente”, pero permanece en contacto con el Rey porque “somos buenos amigos”.

“Ciertas cosas pasan y luego se acaban”
La alemana insiste en que ya no hay peligro: “Algunas personas no entienden que ciertas cosas pueden pasar y luego se acaban pero que la amistad no termina. Él es ahora un señor mayor, que está luchando por su salud, y pienso que necesita todo el apoyo… La gente espera que pase algo grande, para bien o para mal. Pero no va a pasar nada, aparte de que él ya no va a irse de caza y yo no voy a volver a España. Seguimos en contacto. Llama a mis hijos una vez por semana para ver cómo están. Se porta como cualquiera se portaría con una amiga”. En cuanto a si había conocido a la Reina, apenas admite que “nos hemos cruzado alguna vez por accidente”.

“Los que no somos comunistas tenemos que apoyar al Rey”
El periodista recoge otros testimonios sorprendentes desde el rancio cogollo aristocrático del entorno real, como el de la marquesa de Tamarit, que defiende así al monarca: “No debemos criticarlo. Nosotros, todos los que no somos comunistas, tenemos que ayudarlo. Ha hecho cosas que la gente puede pensar que no son buenas. Pero es un ser humano”.

Pedro J. no podía faltar
También aparece Pedro J. Ramírez, quien asegura que Juan Carlos I pidió su destitución de Diario 16 hace años según le contó él mismo asegurándole que no pensó que le fueran a hacer caso: “Yo no diría que es inteligente. Pero es astuto como un zorro. Ahora es también un hombre mayor, con problemas personales y de salud. Pero pienso que en retrospectiva ha sido un gran rey”. El director de El Mundo recuerda que la alemana jugó un importante papel en un fallido fondo de inversiones hispano-saudí en el que varias empresas españoles sufrieron pérdidas notables después de que sus socios sauditas no aportaron su parte correspondiente. Pero los gestores del fondo, amigos de Corinna, se llevaron 15 millones de dólores “y ella recibió cerca de 5 millones”. Sayn-Wittgenstein defiende su trabajo para aquel fondo y también asegura que “nunca he hecho negocios para el Rey, ni he cobrado dinero en su nombre”.

El Rey, molesto por el daño a los negocios de Corinna
La Familia Real no quiso dar explicaciones para el reportaje, pero autorizó a hablar con el periodista a un amigo del Rey, el magnate cubano-americano del azúcar Pepe Fanjul, quien revela una curiosa inquietud del monarca: “Le parece una injusticia que sus negocios se perjudiquen, porque no ha sido más que una testigo inocente. La considera una amiga cercana y leal, que siempre se ha mostrado muy respetuosa con la Familia Real”. Este amigo también subraya que “el Rey no va a abdicar” y “este es todavía el tiempo de Juan Carlos”. Entre las personalidades que figuran en el reportaje avalando a Juan Carlos I se encuentran Felipe González, Bill Clinton o Vladimir Putin –quien transmite su estima por el monarca a través del director de orquesta ruso Valery Gergiev-.

¿El ministro de Exteriores le hizo encargos?
Por otra parte, el diario El Mundo se hace eco en su edición de este miércoles de una pregunta parlamentaria de UPyD en la que se instaba al ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, a aclarar si mantuvo contactos con la alemana o recibió información relevante sobre el cambio en la política de primas a las energías renovables, así como si ésta realizó algún trabajo de mediación para el Gobierno español. Margallo ha respondido explicando que "es práctica internacional habitual de las relaciones diplomáticas el mantenimiento de reuniones con representantes de otros países o con personas con las que se puede considerar pertinente el mantenimiento de conversaciones", pero luego apunta que él "no ha mantenido ninguna reunión de carácter oficial ni ha intercambiado información de carácter oficial" con Corinna, así como que tampoco se le realizó "ningún tipo de encargo a la persona mencionada". El ministro niega haber tenido encuentros oficiales con la alemana, pero no cierra así la puerta a conversaciones privadas. ¿Y qué entiende el ministro por privadas?