La exvicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha denunciado con contundencia la agresión sexual sufrida por dos activistas de Femen durante la misa organizada por la familia Franco y su fundación el pasado 20 de noviembre, con motivo del 50 aniversario de la muerte del dictador. Los hechos ocurrieron frente a la parroquia de los Doce Apóstoles, en el número 88 de la calle Velázquez, en pleno barrio de Salamanca de Madrid.
Carmen Calvo tilda de "repugnante" la agresión sexual a dos activistas de Femen: "Un fascista siempre es un machista" https://t.co/VmTClwLOXm
— laSexta Xplica (@laSextaXplica) November 22, 2025
Las dos activistas, que protestaban con el torso descubierto y portando pancartas en tela con mensajes como “al fascismo, ni honor ni gloria” o “fascismo legal, vergüenza nacional”, fueron increpadas y agredidas por varios asistentes al acto. Entre insultos como “puta” o “guarra”, un hombre que portaba una bandera preconstitucional manoseó repetidas veces los pechos de una de ellas, a pesar de las advertencias de las activistas: “Señor, que no toque, que no toque”.
Desde ‘laSexta Xplica’, Carmen Calvo ha calificado las imágenes de la agresión como “repugnantes” y “significativas de ese rostro del fascismo que es el machismo profundo”. Para la exvicepresidenta, la violencia ejercida contra las activistas evidencia “la idea de que el cuerpo de las mujeres es un objeto al que se puede acceder y contra el que se puede ir”.
Calvo ha relacionado estos episodios con la fragilidad persistente de los derechos reproductivos:“Nuestro cuerpo es un campo de batalla. La dificultad de las mujeres para abortar y garantizar la interrupción voluntaria del embarazo” responde a la misma lógica patriarcal y autoritaria.”
Además, ha advertido del resurgimiento de discursos de extrema derecha en el panorama político actual: “Un fascista siempre es un machista, eso no va por separado. Sacan esa bilis machista que pensamos que desaparecería"."Es una idea del patriarcado y del fascismo. Del autoritarismo. Que seamos seres subordinados, y eso es algo que no falla nunca a lo largo de la historia", ha apostillado.
Un acto investigado por el Gobierno
La misa en honor a Franco - que pretendía “rendir memoria al alma del dictador” - se celebró en un ambiente marcado por símbolos franquistas: chapas, insignias, banderas y una mesa de venta de objetos relacionados con Franco instalada en la entrada del templo. A la salida del oficio religioso, los asistentes corearon consignas como “Viva Franco, viva Cristo Rey”, “Patria, justicia, revolución” y el Cara al Sol, además de gritos contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El evento está actualmente bajo investigación del Gobierno central, que estudia si vulnera la Ley de Memoria Democrática, dado el uso de simbología y consignas que podrían constituir apología del franquismo.
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